lunes, 15 de mayo de 2023

Cuentos de trenes

A dónde me habrían llevado los

trenes que perdí,

qué ciudad sugerente

hubiera conocido

de haber elegido otro anden.

Cruces y cruces de vías

como en las estaciones de Murakami.

Los ratones de Cortazar

que huyen despavoridos por la via

gris aun sin cerrar.

El último tren de Garcia Pavón

que a los cincuenta anuncia 

su llegada próxima,

los trenes en vía muerta al sur del sur de Sepúlveda,

y la opción de montarse

last minute, de madrugada

y despertar a mil millas de aquí

como en la canción de Lewis y Leigh

4.19 am



3 comentarios:

  1. ¿Vale la pena pensar a todo lo que hubiese ocurrido de elegir otro camino? ...yo creo que no. Por lo general, pensamos que aquello que no elegimos hubiese sido mejor, la aventura más divertida, la experiencia más alucinante, la carrera más ventajosa... nadie -o casi nadie-, imagina una elección infeliz... que esa aventura que no se eligió hubiese sido la más terrificante, o que esa experiencia te hubiese traumatizado para el resto de tu vida, o que esa carrera te hubiese arruinado... y todo esto es porque lo que no se probó siempre tiene esa aura de perfección. Como dice Sabina: "♫...no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió...♫"

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Me encanta esa frase de Sabina. Pero imaginar equivocarse de tren, da lugar a mil cuentos en paises lejanos.
    Beeeeeesos

    ResponderEliminar
  3. No suelo pensar en cómo hubiese sido mi vida de tomar un camino diferente. En su momento tomé aquella decisión por X motivos y ahora de nada sirve lamentarse.
    Otra cosa es negar que probablemente tomaría otras decisiones... y puedo ser muchas cosas, pero cínica no (y mentirosa tampoco)
    Quizá ahora mi vida sería otra...
    Quizá yo también...
    Y creo que, a pesar de todo, nada resultó ser tan malo.
    Besos.

    ResponderEliminar