lunes, 15 de mayo de 2023

Aquel segundo de absoluta felicidad.

Un día, fue solo un día de junio

al estrenar el verano nuevo;

viajaba,

que nunca lo hacía,

en los viejos autobuses de Plana.

 

Por aquellos tiempos,

en el recorrido de Salou a Cambrils

aun se veía el mar.

Alguien abrió el ventanuco

de la batiente estrecha de arriba

para poder respirar,

y entonces, fue justo entonces

que me llegó un suspiro de playa.

 

Tendría dieciséis,

todos los deberes hechos

todo el mundo por delante

nada en qué pensar;

y de repente me llenó por dentro un sentimiento extraño

radical, de haberme bebido el mundo

que me hacía a un tiempo reír y llorar. 

 

No lo entendí.

Muchos más tarde supe,

que estaba respirando

sin saberlo

el segundo de la absoluta felicidad

y así lo recuerdo.

3 comentarios:

  1. A esa edad tener todos los deberes hechos da una gran tranquilidad.

    Besos.

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  2. Cada 20 de junio era un parentesis de desidia hasta el Pilar
    Bssss

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  3. Esos autocares horribles que te llevan al pueblo... y con los que tardabas casi un día en llegar... (300 km en 6 horas). Cuando pasaba por Salou estaba en el ecuador de tal pesadilla...jajaja
    Besos.

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