De como empezó este lado
de mis días blogueros, ya lo he contado.
Una suerte de cara B del chico de la consuelo
Un arrebato de lunes, una postal vieja
un amor de adolescencia que demanda un minuto de recuerdo
la última película vista, el apunte del libro
que no quiere llegar a reseña
y algún personaje como Aquilino
que pide a gritos protagonismo
cuando los demás se amuerman.
Escrito en ripio, que es distinto a escribir en verso
como un ladillo en el libro
como un post it en el cuaderno
como un imán en la nevera
voy dejando vestigios de existencia
cuando al chico de la consuelo
se le acaban sus frases huecas.
También tiene vocación de agenda
con los blogs a un lado que voy leyendo
ordenados
no hace falta leerlos todos
son el botiquín al que se echa mano
según la dolencia
y un viejo cementerio de blogs viejos y adormecidos
en estado de latencia.
Este año han sido 40 post, que mira la coincidencia
hacen par con los 40 libros leídos
en este año de mierda,
que hacen fin, o eso espero
de una puta vez
al cuatrienio de pandemia.
No se me ocurre mejor foto
que estas en las que flotamos
sobre un mar de nubes.