(no se cuenta nada del argumento solo opinión)
Las espirales llevan al centro o centrifugan
las espirales giran y aportan
o giran y sacan del centro
los monólogos son espirales
que incluyen cosas en cada giro
como en Cinco horas con Mario
o el Ultimo encuentro de Sandor Marai,
pero en esta película la rosca gira loca
como en un bote de Apiretal, sin apretarlo
sin cerrar, ni abrir
y ves al niño con fiebre
y ves al niño que sufre
pero el tape de Apiretal sigue dando vueltas en loco,
sin progresar.
Candela Peña está muy bien,
tiene la cara abierta de amargura
que últimamente le caracteriza.
Javier Cámara, no.
porque no da bien en el plano corto,
tiene tics de humorista
y obviamente aquí no pega.
La película empieza bien, la mejor Coixet,
veinte minutos que a mi me parecen brillantes
(o brillantemente apagados).
Empieza con la descripción de un paisaje,
desolador en cada matiz
sin palabras. Bien, muy bien.
Otros veinte minutos de expectación
en un dialogo que insinúa
lo que nunca llegará,
y que desgraciadamente
apunta la historia que nunca se llegará a contar.
A partir de la primera media hora
la película cae estrepitosamente
un marco monotono
un dialogo que gira sobre lo mismo
sin añadir nada en cada vuelta.
No basta con tener dos buenos actores
Candela incluso fenomenal,
para hacer una pelicula.
Para que se soporte un dialogo de una hora y pico
hay que ser un genio y Coixet, no lo es
al menos aquí no.
El dialogo tiene momentos lúcidos, es cierto
pero envueltos en palabrería que lleva al ronquido,
la gente se va del cine, se escuchan bostezos
nunca hay tensión por saber algo nuevo que nos contarán
siempre es lo mismo
y lo que parece que no terminará nunca
es la película.
PS-.No digo nada de los mensajitos políticos
porque va de suyo en la directora,
eso no es ni bueno ni malo
pero prefiero la manera sutil de Gopegui
que la evidente de Coixet.