viernes, 26 de enero de 2018

¡Ojala el tiempo me regalara la vida escribiendo!

A veces mastico los besos
que no he dado
me acojona el mundo
que no comprendo
y vivo de puntillas
sin hacer ruido
para que no me adivinen
descalzo.

Llueve, hace niebla
y la ciudad se esconde
para no ser vista
en este preludio de febrero.

Me arrebujo en la trastienda
de bitacoras prohibidas
viendo vicios ajenos
avergonzado
como el niño que descubre
a sus padres follando.

Y escribo
con fuerza y miedo
lo que siento.

¡Ojala el tiempo me regalara
(en vacio)
la vida escribiendo!




lunes, 22 de enero de 2018

viernes, 12 de enero de 2018

Caligrama Senil

Tengo la cabeza llena de sapos
el blog vestido con harapos
las lineas desangradas
las rimas olvidadas
la lluvia hueca
la vida seca
la voz ida
perdida
suena a
pena
sin
ti
.


domingo, 7 de enero de 2018

Nada, no pasa nada.

Me burbujea la cabeza al despertar,
está llena de cocodrilos,
manillares rotos, tareas pendientes
y una angustia con tendencia al desasosiego
que me impide empeza el año.

Nada, no pasa nada,
es solo intranquilidad hecha materia,
como si los sueños fueran formados
de esa pasta maloliente
que se utiliza en las ventanas para aislar.

Nada, no pasa nada
es como el aceite que gotea denso
del filtro de la mampara de cocinar
antes de limpiarla.

Me burbujeala cabeza
y se llena de herrumbre y oxido
como esas tablas que enseñan peligrosas
los clavos en los leñeros
de las casas viejas.

Nada, no pasa nada,
solo que mi cabeza es un marjal embarrado
lleno de muñecas sin cabeza
palets de construcción
condones pisados y latas aplastadas de Bitter Kas.

Un ruido de globo grita a mi lado
en forma de un acufeno penetrante
permanente e insoportable,
una corona de hierro me aprieta
la frente
como el cuello a los ajusticiados
a garrote vil.

Nada, no pasa nada
solo que algunos dias
me burbujea la cabeza al despertar.

martes, 2 de enero de 2018

La atención al publico como disfrute

Es muy dificil de explicar
a la gente que se esconde
tras las telarañas del cuarto de detrás,
que la atención al público es una droga en vena
de la que algunos gozamos.
Apasionante, peligrosa, cada vez distinta
y a la vez la misma.
Muchas veces es un espejo
en el que te miras con verguenza
a tí mismo;
otras veces
la gatera que te conduce
al territorio inhospito
de las vidas de los demás.

Comentario en el blog Las cinco estaciones