martes, 3 de abril de 2018

Al estilo de Miguel Labordeta

¿Para qué sirvo yo?
¿Para qué sirve este poema
si en las atardecidas perezosas de noviembre,
no llena las horas sino de frio y espera?

Vacios los bolsillos de mi gabán raido
vacios de milagros las iglesias, veo oficinistas
jóvenes de la mano, niños con bufandas
solteras profesoras de lengua.
Entre las calles gusaneras de esta ciudad vieja
cientos de elefantes escapados de sus jaulas
pasean sus presuntas calaveras entre vendavales de siesta.

Miradme viudo de astros que me inspiren
mirad el devenir desierto al apagarse el domingo
miradme contar semanas en el ábaco de mi tristeza
mirad como los viajantes andan preparando sus maletas.

Y yo me quedo,
y yo me quedo esperando como cada mañana colegiales con legañas
repletas de sueños e ignorancia sus carpetas
y yo me quedo empeñado en repetirles poemas trillados de autores de otro siglo
"con diez cañones por banda viento en popa a toda vela"
"admirose un portugués de ver que en su tierna infancia"
"una tarde parda y fria de invierno los colegiales estudian"
"cuando vuelvas de camino, acuerdate de mi
solitario, viejo y triste
como la nieve en abril"

¿Para qué sirvo yo joven escribano gastado?
¿dónde dejaste Miguel tu asesina corona de búfalo?


No hay comentarios:

Publicar un comentario