"Me gustaría vivir de la poesía para no tener que vivir del cuento" Versos cotidianos al otro lado del espejo del CHICO DE LA CONSUELO
Para que me permita disfrutar de las mañanas de otoño. En septiembre viviré en Zaragoza. Vuelvo después de 35 años.Un abrazo
Te esperamos en este espacio de nieblay bochorno,donde las primaveras inexistentespreludianlargos estíos.En esta patría donde la desidiay el humor somardahacen banderasiempre guardamos rinconespara el reencuentro de los viejos amigos.Y como decía el abuelo"Y nada más, entiéndeme,todo lo mismocon unos años más,más pesimismo".Un fuerte abrazo.
Sí, más pesimismo.
Es cierto, dentro de un mes en Zaragoza, algo casi increible después de tantos años. En fin, ya veremos cómo va todo.Un abrazo
Ira fenomenal, seguro.Al principio hay que acostumbrarse al individualismo, el somardismo y la desidia.Resumido en la frase "¿y todo eso maño pa qué?Pero lo cierto es que cuando se lleva ratole coges gusto y es dificil irse.Abrazos.
Viví en Zaragoza veinte años, de los nueve a los veintinueve, y hay cosas que estoy seguro de que no han cambiado. Un abrazo
Para que me permita disfrutar de las mañanas de otoño. En septiembre viviré en Zaragoza. Vuelvo después de 35 años.
ResponderEliminarUn abrazo
Te esperamos
ResponderEliminaren este espacio de niebla
y bochorno,
donde las primaveras inexistentes
preludian
largos estíos.
En esta patría donde la desidia
y el humor somarda
hacen bandera
siempre guardamos rincones
para el reencuentro
de los viejos amigos.
Y como decía el abuelo
"Y nada más, entiéndeme,
todo lo mismo
con unos años más,
más pesimismo".
Un fuerte abrazo.
Sí, más pesimismo.
ResponderEliminarEs cierto, dentro de un mes en Zaragoza, algo casi increible después de tantos años. En fin, ya veremos cómo va todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Ira fenomenal, seguro.
EliminarAl principio hay que acostumbrarse al individualismo, el somardismo y la desidia.
Resumido en la frase "¿y todo eso maño pa qué?
Pero lo cierto es que cuando se lleva rato
le coges gusto y es dificil irse.
Abrazos.
Viví en Zaragoza veinte años, de los nueve a los veintinueve, y hay cosas que estoy seguro de que no han cambiado.
ResponderEliminarUn abrazo