Lo peor de algunos problemas
es que se nos comen el tiempo que usamos
en solucionarlos.
Hay problemas inmediatos
aunque sean pequeños
que nos cierran los visillos
abren un parentesis de bruma
apagan la luz alrededor
y cuando se solucionan
han pasado ya diez años
sin saber lo que ha sucedido ente medio.
Llevo una semana enfrascado
no me he enterado de nada
de lo que ha pasado, decimos.
Y a la siguiente, el siguiente
y al final, la navidad de nuevo
y un año
y contamos las etapas por trienios
y ya han pasado seis
Los niños más altos
nosotros más viejos
y más cansados,
la madurez es saber descubrir
la trivialidad de lo irrelevante
cuando aun estamos a tiempo.
amen.
El tiempo es oro, compañero, nunca mejor dicho. Ha veces se pierde, como dices, más tiempo en regodearse en el problema en sí que en tratar de llegar al fondo del asunto para encontrar la solución adecuada.
ResponderEliminar"Si tu mal no tiene cura,para que te preocupas, y si lo tiene, porque te preocupas".
Es lo que suele decirme mi madre cuando empiezo a dar vueltas a lo que me preocupa.
¡Na', cosas de las madres!
Un abrazo.
Desde luego, si hay una verdad indiscutible es que el tiempo vuela. Y se nota especialmente en estas fechas, es verdad.
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