Domingo,
poesía,
lluvia,
trenes y estaciones,
ventanas,
días normales en el bar
preferentemente en otoño.
Taxis y sirenas,
mendigos,
algún borracho,
fracaso,
el mar de las ciudades con mar,
y mujeres que se olvidaron de ti.
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De todo esto va la poesía completa de Iribarren
que he leído este verano
Está a mi modo de ver en linea con Wolfe y de Cuenca
(para que os hagáis una idea).
Para qué mentiros
no me ha encantado,
lo que no quita para que tenga poemas
verdaderamente preciosos en su sencillez cotidiana
como ese que dice:
"Qué hago
mirando la lluvia
si no llueve"
Se construye de frases cortas, cortísimas
a ráfagas, como un rap
como el mazas y catapultas
de Kase O
y una tristeza que se pega a las letras.
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Leeros este:
Hay días
en los que levantarse de la cama
suele terminar siendo
más que un acto rutinario
un gesto épico
Y no me refiero ahora a las resacas
ni a que caigan
chuzos de punta ahí fuera
ni a que hayas roto con ella
Me refiero
a cuando te quieren y hace sol
y no te duele nada,
a cuando tienes el mundo
rendido a tus pies,
y no te basta.
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O este otro:
Me lo dijo
un colega,
la otra tarde:
"Mira tío,
como sigas así,
escribiendo
en servilletas de papel
por los bares
acabarán cargándote
el sambenito
de poeta,
ya verás.
Y luego
a ver qué hostias
haces"
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