Antes de irme a dormir
apagaré todas las velas
para que el humo
no se cuele por mis sueños.
Cerraré firmes los postigos de mi habitación
para que el aire no voltee la ventana
como mis tristezas lo hacen
con mis desasosiegos.
De un tiempo a esta parte
tengo miedo
a los desvelos que desgarran las horas
manchando mis madrugadas de ceniza.
Tengo miedo
a ese desaliento que me impide despertar
sin ruido,
que me atruena como un acufeno
permanente
cuando se enciende de noche sin quererlo
mi máquina de pensar.
Esa máquina de pensar tiene las mejores pilas del mundo, nunca se para.
ResponderEliminarBesos.
Pero a veces entra en bucle
EliminarBssss
Muerte a la máquina de pensar!
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