No me gusta andar a las ocho
con los cascos puestos.
Quiero oir la mañana con sus ruidos y bostezos
oir como sube la persiana el tendero
el colombiano que descarga la cerveza del bar
la radial que empieza a echar chispas en la obra
de la esquina
y mi lapiz caer cansado sobre la mesa.
Evito tertulias, informativos matutinos,
programas despertador que llenan los vacios
de palabras huecas.
Prefiero escuchar a los crios del instituto
decirse mentiras y esquivar miradas,
abuelas contandole soledades a sus perros
perros ladrando verdades incomprensibles
para sus amas,
niños que protestan por ir a la escuela
y mi lapiz caer cansado sobre la mesa.
A mi no me gustan los cascos, en general.
ResponderEliminarEsa es la música de la rutina, del día a día.
ResponderEliminarBesos.
Devoradora de libros.
Es que por la mañana la tele y la radio son odiosas (al menos para mí) me ponen la cabeza loca. 😉
ResponderEliminarBesos.