lunes, 5 de septiembre de 2016

Donde termina el mar.

Asomo la cabeza,
descorro los visillos
y entra la luz a raudales.
Me hace daño la vista,
me retiro hacia dentro
como si no quisiera salir.

Veo pasar mi autobús,
de largo
Veo acumularse los dias
bajo el titulo
del blog en el que ya no escribo.
Las corbatas penden
ahorcadas de la percha
de los trajes
sin gaznate que estrujar.
Y el chico del quiosco
recoge el jotdown de este primero de mes
que solo compro yo.

Tengo miedo a salir,
me da vertigo lo cotidiano,
como ese horizonte
que cubria sin extenderse
cuando me dolía el cielo abierto
a los dieciocho.
He quedado a y media
y ya son las tres cuartos

No aviso.
Ya me disculparé luego
Y me tumbo en la cama
terminando los libros
de Buzzati y vila-matas
que no me dejan respirar.

Apago los ruidos
me abrazo al silencio
me abrazo a los versos
como naufrago
a los pecios
que me devuelvan a la orilla.
donde termina el mar.


5 comentarios:

  1. Graaaacias Marta.

    Pseudo, mi no entender Mujjjj!!

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  2. Pseudo modo telefono sin acento13 de septiembre de 2016, 22:51

    Para quedarte leyendo y llegar tarde....soy incapaz....no me concentraría ni queriendo.

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  3. ahhhhora si.
    no me siento orgulloso de ello pero la puntualidad no es uno de los dones que me ha dado el cielo.

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