Cada vez que tengo ganas de cerrrar
el blog, abro uno nuevo;
quizás porque cada tiempo tiene su idioma
y cada escribir
su ritmo.
Cuando me canso
no apago la radio
sintonizo un canal distinto
y voy moviendo el dial
alternativamente
como los carruseles deportivos
de los domingos
Ojala pudiera hacer eso
de ir pasando a mi antojo
de un modo a otro
las cosas de mi vida.
Hoy quiero contar sueños
hoy neceisto ver paisajes
mañana cuarto y mitad de poemas
al otro un kilo de cuentos
cortados en finito.
Me ponga una reseña
para llevar, por favor
y envuelto para regalo uno de Aquilino.
En fin, parecía que no
pero el próximo post
será el trescientos.
Cada vez que me canso, diseño un nuevo personaje y me deslizo en su interior, pero cada noche, al desnundarme me reencuentro conmigo misma.
ResponderEliminarUn saludo
300!! El primo de ECDC ya lleva 300??? Cómo pasa el tiempo... pues nada, nada, a abrir, ¿eh? De cerrar nada ;P
ResponderEliminar¿300 ya? ¡Pero si abriste el otro día!
ResponderEliminarTu tercer espacio lo tengo pendiente aún, pero todo se andará...
300 es un número rotundo.
ResponderEliminarPues nada, sigue pensando en cerrar si ese es el motor de tu creatividad.Psicología inversa le llaman.