El autoengaño
nos regala dioses y salvaciones
cuando el nudo aprieta,
también falsos infiernos
en algunas noches
en las que la culpa
se emborracha mano a mano con la soledad
y acaban en el catre
follando
sin respetarse.
Un comentario en el blog de Toro Salvaje
que hacía un tiempo que no visitaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario