Pintar poemas sin recato
en el contraluz de esta madrugada,
sabiendo que de vez en cuando
entras de puntillas sin notarte,
en la habitación de mis silencios
para dar tu visto bueno.
Quizás no sea el martes
un dia propicio para los versos
ni para los compromisos de futuro
que empiecen por nunca mas haré...
Te vuelves a la cama despacio,
solo rota por tu lado,
mientras yo emplazo a mi ausencia
hasta que ya no soporte
el insomnio que me muerde
los últimos días de trabajo.
Volveré a oscuras luego,
sin más ruido
que el que provoquen
los recuerdos de aquellos días felices
e inocentes,
en los que leía en el puerto
tus cartas a escondidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario