martes, 12 de abril de 2016

De vuelta casa

Se fue haciendo tibio
de madrugada
como los sueños de primavera.
Anduvo por calles solitarias
con recuerdos añejos
de la mano
y anhelos de intimidad.

Se le fueron comiendo las palabras
los deberes de mañana
sin hacer,
la luna de plata
el rio que nos lleva.

De repente se imagino
al margen,
sin ser nadie,
bebiendose la noche tranquila
a bocanadas
con la mirada vaciada
de ruegos
y serrin.

Se supo soñando,
sin importancia
leve
como una nube de esponja
Se hizo noche sin dia
brisa de albada
sombras sin hacer.
Y llegó a casa, se quito la ropa
y se convirtió
en un calido rincón
arrebujado en tu cuerpo.

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