Parece que duró mucho
y fueron apenas tres años,
digo tres veranos del 86 al 88.
La arena fría tras las barcas
el roce sutil
la luna llena,
el relente que nos juntaba
hasta respirarnos a besos
y que nos invitaba a
contarnos
en aquellos grupos de agosto y julio
futuros imaginados.
Me recuerdo adulto
por primera vez,
siendo mas pequeño
que el mas pequeño de mis hijos
ahora
y no dejo de preguntarme
por su soledad y sus miedos,
sus sueños y su intimidad
sus vergüenzas y sus penas
y si les empujan,
como entonces a mi,
a intentar comprender sin éxito
el vertigo de la existencia
entre sexo recien aprendido,
alcohol y poemas.
Como decía el cantautor
sentados en corro
merendabamos
besos y porros
¿o eran versos y porros?
Yo en el 86 tenía 14 y jugaba a fútbol en la calle con los amigos. jejeje
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