La causalidad caprichosa de este mundo complejo
se aleja del finalismo idílico de laboratorio;
hasta que nos damos cuenta
de que la causalidad tampoco existe,
que es solo
un constructo mental
para unir puntos dispersos e incoherentes
fuera de la realidad,
y por eso recurrimos a la imputación objetiva
como causalidad inventada pero util
que asigne a falsos autores el hecho
Una falsesdad que nos tranquiliza,
encontrando un culpable para cada desgracia.
¿causa y efecto? 😉
ResponderEliminarYo no tengo culpa de nada... ¡que me registren!
Besos.
No tenemos ni idea de nada y nos inventamos explicaciones para todo. Esto lo pienso mucho ahora con el bicho este del demonio, que para todo lo increíble que está ocurriendo sale alguien dando una explicación, convencidísimo, y dentro de 10 años, cuando de verdad se haya estudiado bien el bicho y se sepa de verdad, nos daremos cuenta de que muchas de estas explicaciones eran inventadas, unir los puntos con la (poca) información que tenemos. Es decir: inventar para quedarnos tranquilos.
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