Ya sabeis que cojeo
más de la pierna derecha que de la izquierda
que defiendo desde mi ateismo
el pensamiento socialcristiano
y desde mi antimarxismo
el compromiso social.
Ya sabeis que defiendo el liberalismo
como un anarquismo sin desvirgar
(o viceversa)
y que no admito
que el Estado se meta en mi casa
ni para salvarme.
Odio las banderas, las patrias y las naciones
las cruces en política,
odio a los que usan la palabra pueblo
para justificar la violencia de los perdedores
y asumen su portavocía en una representación
que nadie les confirió.
No soporto a los lideres de postal y telegenia,
de coaching y emebea en los uesei
pero mucho menos soporto
a los que hablan de todo sin estar formados
en nada.
No me gusta que se disfrace el oligopolio de libre competencia
se confunda el silencio mediático con el acatamiento
ni que diez familias y sus vasallos
controlen la economía local.
No me gusta el centro sumiso de empleados de sucursal
funcionarios de grupo A en excedencia
ni de opositores fracasados
y recolocados como yo.
No comprendo como la pobreza real
no ha tomado nuestra clase media por las solapas
y se ha dejado engañar
por la palabrería lila de profesores universitarios
con discurso ochentero y fotografía del Che.
No aguanto las tertulias de mire usted
los programas de derechones cabreados
ni el buenismo totalitario y demagogico
de ondacero a las tres.
Me molestan los pajes y sicarios
de los que mandan
disfrazados de diputados para que no se vea
la cara de su señor.
No quiero un presidente que nunca haya trabajado
en nada
o solo de adjunto universitario, que aun es peor.
Y con todo y con esto
decidme
a quien narices tengo que votar yo.
Si yo lo supiera...
ResponderEliminarÉsta vez no me vale ni aquello de "al menos malo".
Estoy igual de perdido o más
ResponderEliminarLa pregunta del millón.
ResponderEliminarBueno ya veo que no soy el único. No será la primera vez que decido mi voto una vez ya dentro del colegio electoral.
ResponderEliminarAbrazos