En el dia de hoy me acuerdo del maestro
Krahe
y apelo a mi normalidad
como humano masculino varón,
ser de provincias,
promiscuo y presunto escritor
sabio comedor
bloguero bipolar
y marido/padre a tiempo parcial.
No pretendo nada sino
educar a mis hijos en el oficio de ser hombres de bien,
y tener claro
que a menudo es mejor renunciar
a la razón
para tener dignidad.
"Radiante de salud, en la flor de la edad
me va muy bien en todo
con la salvedad
de un hastío tan persistente...
Si yo fuera mujer, minoría racial,
cristiano de base, zurdo, homosexual,
tercer mundo, obrero, artista,
me podría sumar a su revolución."
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