Se me llenan los ojos de espuma
en este noviembre
de resaca,
en esta bajamar
que descubre la playa vacia
en esta bruma
que esconde el paisaje.
La mañana se balancea
con una inestable incertidumbre
que hace que todo se mueva sin caerse
que todo penda de un hilo,
que apenas escampe
el tiempo preciso
para predecir nuevas tormentas.
Hoy he soñado que me dormia al volante
que me llevaba por delante
sonrisas inocentes
hijosdeputa de libro
coches aparcados
todos mezclados
sin diferencia aparente.
Cada vez me resulta más extranjera
la palabra empatía
más mentirosa,
nadie se puede poner
en la piel del otro
comprender la excusa del autoengaño
la puta que alivia el deseo insatisfecho
el güisqui que embebe
la tristeza ajena.
A veces echo de menos
al Dios que me presentaron de pequeño
el que rellenaba mis dudas adolescentes
con el que hablaba de joven
en las noches sin sexo
al que le echaba las culpas
de mi vida anodina
y al que hoy no encuentro.
A veces echo de menos
la escritura a borbotones
que ponía postigos a las ventanas abiertas
por las que se tiraron tantos
aprendices de poetas
antes de encontrar la voz que acuna
los miedos de otoño y las madrugadas vacias.
Y es en este funambulismo de ir viviendo
en el que me muevo
el que rima
en un verso asonante y destemplado
el que soy
con el que fui
el que soñé
con el que nunca ya seré.
Es en este funambulismo de ir viviendo
que encuentro espacio para recordar poemas
que sirvan de espejo a las mentiras que me cuento
y me regalen felicidad a destiempo
Lorca y Milanés
Silvio y Brassens
El sueño va sobre el tiempo
volando como un velero
En la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio
en el que no está.
Qué le digo a la luna que creí compañera
de noches y noches sin ser verdadera.
Jamais de la vie
On ne l'oubliera
La première fille
Qu'on a pris dans ses bras
A las tres de la mañana de un dia de otoño del año dieciseis.
Sustituir al Dios que nos presentaron de pequeños, de eso trata casi todo.
ResponderEliminarUn abrazo
Los dioses llenan
ResponderEliminarnuestros vacios de niño
y abren
abismos
en nuestra edad tardia.
Abrazos de guelta