No soy muy de aniversarios y por eso,
el post 200 de este conato de blog en columna,
será como los demás,
un cortapega de lo que leo,
bueno,
de lo mejor de Lo que leo y me pasa.
Lo que quiso ser cuando nació
ya lo puse hace tiempo en el otro lado
lo que sin embargo ha sido
son los 199 precedentes.
Gracias por seguir aquí ordenados y escondidos.
La felicidad esta hecha de una sustancia tan liviana
que fácilmente se disuelve en el recuerdo,
y si regresa a la memoria
lo hace con un sentimiento empalagoso que la contamina
y que siempre he rechazado por inútil, por dulzón
y en últimas por dañino para vivir el presente:
la nostalgia.
Aunque del mismo modo hay que señalar
que las tragedias posteriores
no deben empañar ese recuerdo feliz,
ni lo pueden teñir de desgracia,
como a veces les pasa a algunos temperamentos
que se enferman de resentimiento con el mundo,
y que ha raíz de episodios posteriores injustos o muy tristes,
borran del pasado incluso
los indudables periodos de alegría y plenitud.
Creo que lo que pasó después
no puede contaminar de amargura esos años felices.
Hector Abad Faciolince
El olvido que seremos
Recomendado por el Sr Ro (digo No)
de quien quiero ser sobrino
para ver mundos lejanos.
Le acabo de mandar un telegrama urgente al Sr Ro para ver si te hace hueco en la expedición de verano!! tienes que tener preparadas las notas de final de curso jeje.
ResponderEliminar(el ya está por los mundos esos de yupi, qué maligno que es)
Lo acabo de terminar!!!!
ResponderEliminarexcelente la recomendación Sr Ro.
Me ha parecido bueniiiiiisimo!
Luego ya me marcaré un post de esos de reseña laudatoria, como anticipo El olvido que seremos hay que leerlo necesariamente con La virgen de los sicarios de Vallejo. Son haz y envés de la misma hoja.
Y eso que ambos excelentes autores después de ser amigos se han enganchado por un asunto, la verdad de patio de colegio.
Si me he leído el envés me tendré que leer el haz.
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