No sé,
si ya he escrito
estos versos desgarrados
algua vez.
Pero reflejan
con tanta nitidez
el claroscuro que siento
que no me importa
que los volvais
a leer.
¡Qué barullo en la herida!…
¡Qué suerte si esto que siento fuera sed
y se me quitara bebiendo un vaso de agua!
Es entonces cuando llueve tristeza.
Para ahogar en mi boca
la palabra imposible.
Intento gritar,
y sólo consigo un cobarde silencio.
Gloria Fuertes.
No recuerdo haberlo leído antes.
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