martes, 15 de septiembre de 2020

De Teruel no es cualquiera. Mis cuatro abuelos y mi suegro sí.

En nuestro sur no hay nada

sino personas que se van yendo

con sus recuerdos a otra parte

y queda el campo yermo,

la sabina que adolece de parsimonia y calma

y el barbecho sin replante ni tiempo.

 

Un Teruel recordado desde Valencia y Madrid

y un maestro joven que se pregunta en las tardadas de abril

que hace repitiendo aquello “que recién aprendí”.

 

Un día les diré a mis nietos

que de Teruel fueron mis cuatro abuelos

(y mi suegro.)

y miraran en mapas sepias, buscando

los nombres vacíos de sus pueblos.

 

Recordaré viejas historias

de la presa del Hocino, del molino de la Cueva

donde se bañó un hermano de mi abuelo

y se le heló la sangre una primavera.

Y mi abuela que nació en una casilla

rodeada de  piedras y culebras

donde su padre buscaba la nada

en las graveras, 

para suturar caminos

de ida sin vuelta.

Y es que la vida no tiene

parada

como el autobús de Cortes a Escucha

que solo para a mitad de camino 

si se le llama

 

Una tarde lluviosa de noviembre veré fotos añejas

llenas de rostros desconocidos

pero curiosamente todos

tendrán mis apellidos.

 

Un día les diré a mis nietos

que de Teruel fueron mis cuatro abuelos

y miraran en mapas sepias, buscando

los nombres vacíos de sus pueblos.

 

Igual como dice el cantautor

de Teruel no es cualquiera

y yo renuncie ante un notario

a todo lo que no me mereciera.

 

 


 

2 comentarios:

  1. De Teruel es mi madre y yo vengo de allí (de las vacaciones y de la vida real) 😉 Besos.

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    1. Ohhhhhhhh que agradable sorpresa que sea de por allí tu madre.
      Mis ancestros como se desprende del texto provienen de cuencas mineras, pero yo la verdad he ido poco.
      Bss

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