Me imagino
de guardian entre el centeno
los niños que corren hacia el abismo,
y no me dan las manos
y no me da la voz
para advertirles del vacio,
al otro lado.
La lucernaria de navidad
pende de un hilo
y abajo
cantan alegres
hacia Belen va una burra
y noche de paz.
Y veo a los terroristas
que se escapan del Corte Inglés
de Callao
sonrientes,
mientras las madres
piden a la dependienta
la última fragancia
de Chanel.
El padre Berriatua
busca desquiciado
al huesped de la suit nupcial
en el hotel Vinci Capitol.
Y los conejos que se escapan
por la boca del metro
de la linea seis, la gris,
y suben por el anuncio de la Schweppes
y cantan una canción de los Nikis
España está ganado a Yugoslavia
por veinte puntos arriba.
Y adolecentes ochenteros reman por el retiro
haciendose ampollas en las manos
antes del partido de mañana
en San Blas.
En una calle estrecha de Gran via
dos amantes sedientos se desvirgan
en una habitación espejada
de un burdel
sin putas
jadeando su amor recienestrenado
a orgasmo en grito,
mañana escribiran poemas de amor y febrero
en una servilleta de papel gastado
en el cafe Gijón.
Y el Hotel Regina,
y el restaurante Triana
en la calle Aduana
y Manuel Becerra
allí donde los bomberos cortaban Atocha
cantando Penny lane.
Y Holden Caulfield
se les descojona
en las Salesas
borracho de carajillos
mientras recitaba temas
de constitucional
justo detrás del Juez Torres
y de una rubia que le pedia polvo a gritos
para desaguar
la pregunta que no se sabía
en un examen sin oportunidad.
Y hace tiempo al tiempo esperando el tren
en Bodegas Rosell
con un arenque ahumado
y cerveza en soledad.
Y hace tiempo al tiempo
en la Cuesta Moyano
buscando libros
de Castilla del Pino
que le desglose
el delirio que le persigue, sediento de suicidio.
Hermanos Noblejas es de color Naranja
y el aeopuerto
es rosa
y le lleva a Ezeiza en Buenos Aires
¿Vos no sabrá cómo se llama
la canción de Rita Pavone?
Las escaleras pueden saltarse de diez en diez.
y la adolescencia
da un salto a la senectud sin solución de continuidad.
Y la facultad de periodismo
parece un bunker
o un edificio de Erfuhrt
antes de caer el muro.
Y en el barrio de Salamanca
aprendices
sin corbata
cantan la internacional
delante de la patronal.
Y suena una canción
de Hilario Camacho
Madrid Amanece
y se casaron en la fuente
que está cerca del Almendro
y se juraron amor eterno
como la extraña pareja.
Y al fin el sueño se fundió en negro
mientras sonaba una canción
de Gloria Lasso
creo que era
Luna de Miel.
en
asignatura pendiente.
Caramba.....
ResponderEliminarjoder
ResponderEliminarme he releido
un mes después
y me he encantado.
Disculpen la inmodestia!