lunes, 17 de marzo de 2014

La Impuntualidad como virtud.

La impuntualidad
es una virtud
de quienes apreciamos más
el porqué
que el hasta cuándo.

"Tiempo, absurdo tiempo
el que me lleva más allá
de la humedad de tus labios"

Versos de Feder Insuayenko.
Escritora ayer ucraniana hoy rusa de Sebastopol.



10 comentarios:

  1. La impuntualidad por costumbre es muy fea.
    Para nada es una virtud. :)

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  2. Yo que soy hiperpuntual
    me cago en tu impuntualidad
    que además la he sufrido
    en mis carnes
    Pero reconozco
    que te vino de serie, no se puede elegir
    y ahora ya, no tiene remedio

    Gonzalo el vate.

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  3. Pero Viveiro,
    si yo te hago esperar
    para que te dé más tiempo
    a reflexionar sobre la vida.
    Si llegara a la hora
    no pensarías en nada.

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  4. ahora mismo copio y pego esto en mi perfil de wasap. Mis amigos no lo entienden.
    Soy impuntual porque no me gusta esperar, Una vez llegué temprano y aún lo recuerdo como una experiencia horrible. Cualquier psicólogo o psiquiatra que se precie recomendaría que hay que evitar situaciones negativas.
    Y habrá alguno que diga...Joer eso no está bien! Eso es de ser egoista!
    A lo que yo contesto con un: Ahh, se sienteeee.
    P.D Este comentario no es apto para gente sin sentido del humor ni de la ironía

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  5. Soy impuntual porque odio esperar. Pero mi pareja es ultrapuntual, y ... jajajaj... tenemos cada trajín cuando quedamos con los amigos! Yo digo que para qué quiere llegar el primero, y él que si hemos quedado a una hora es por algo.. jajaja. Eso sí, si hemos quedado en un bar no me importa, porque nos quedamos en la barra tomando una copa y entonces ya me da más igual esperar.

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    1. Ahora que lo pienso , no deberíamos publicitar las ventajas de la impuntualidad.
      Igual los puntuales dejan de ser lo y ....qué sería de nosotros? Nos tocaría esperar??
      Calla, callaaa...No quiero ni imaginarlo!

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  6. Llegaré tarde a mi funeral.

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  7. Saramaga... mi mujer y yo todavía nos aguantamos porque nuestra impuntualidad está tatuada en nuestro ADN.

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  8. Recuerdo un amigo que vino a currar a mañilandia.
    El hombre se lo paso de miedo aqui
    durante unos cuantos años
    pero cuando se fue me confesó:
    todavía no puedo entender como
    aqui se puede quedar de nueve a nueve y media
    y que nadie se enfade.

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    1. Un inglés que dió una charla por aquí alucinaba con la impuntualidad. Él era inglés pero había vivido muchos años en Nicaragua y prefería el no aparecer de los nicas a ese no se cuando llegará hispánico.

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