Se me han metido en la cabeza
mil duendecillos cabrones
que me golpean los sesos desde dentro.
Luego han bajado por la garganta
y han encendido una hoguera
a la altura del pulmon
que me arde,
dejando incandescente
cada alveolo
como una parrilla
sin costillas.
Me hacen toser
como si se me fuera romper el esofago en cada intento
y han conseguido morderme cada musculo
dejándolo flacido y dolorido
...
menos mal que el hambre
no me lo han quitado
y ante el fracaso del paracetamol
voy a actuar con un ataque de gambas.
Las gambas son siempre la mejor medicina
ResponderEliminar¿un poema sobre la gripe?
ResponderEliminarHombre tenías que ser....
Menos mal que siempre nos quedarán las gambas
Besos