lunes, 9 de septiembre de 2024

Siesta

La siesta abre paréntesis

se llena de sueños inesperados

retazos de día

y una rareza de erotismo

que no sé explicar.

Primero ando por la frontera

de la tarde de otoño

y luego caigo en lo profundo de un azul

sin tiempo ni referencia

como si no fuera a despertar.

Dos horas después suena el teléfono

lleno de palabras y números

me despierto,

y salgo deshojando tranquilo

las últimas tardes libres

del calendario

estival.

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