viernes, 6 de octubre de 2017

El verano en que me dijiste adios.

A veces sucede en septiembre
cuando agosto enmudece,
cuando el verano deja solo recuerdos
y la tarde se duerme
entre los brazos del mar.

Tu blusa suelta,
la conversación lenta
y las cervezas que se acumulan
poco a poco dejando el tiempo pasar.

Nos reimos de nuestros exs
de las lagrimas gastadas en olvidarlos
de todas nuestras confidencias
susurradas noche a noche en esta misma mesa
antes de cerrar.

Ahora ya no quedan turistas,
el sol se arrebuja tranquilo en la tarde añil
y nosotros hablando y hablando
del mundo extraño que nos rodea
frente a las olas que vienen y van.

Sesenta dias en dos palmos tras la barra,
"disculpa ponme un cortado",
"una jarrita bien fría por favor"
niña, ese morenito no te quita mirada,
le sirves el cubata o voy yo., jajaja

La gente no sabe que desde detrás
se escucha todo
que los camareros oimos nubes
antes de servir,
que guardamos las miradas
entre el delantal.

Me preguntas con ironía
que pensará esa rubia que se te quiere follar
si supiera que no duermes nunca
por estudiar las asignaturas que te quedan por aprobar.

Nos sabemos guapos, mirados
cada uno por su lado,
los dos a la vez.
Han tenido suerte en contratarnos
y que nos llevemos tan bien.

Hoy hemos dejado la barra limpia de sonrisas
mañana la desmontan
hasta abril. Cansados, muy cansados
agotamos existencias,
medio borrachos, reimos al bajar por fin
el tablón que oculta el Garito del Mar.

Bueno, hasta aquí.
Nos damos un abrazo lento y apretado
¿Vendrás el verano que viene, no?
Escribeme un guasap de vez en cuando
no hagas como este año,
que solo tengo tu mesaje de mi cumple y el del dia
de navidad.

Nos miramos con cariño,
y nos damos un beso largo y dulce
tierno y humedo
baboso, hermoso
mordiendo el labio inferior
como si estuvieramos solos
y fuera para siempre.

La desnudo con osadía
y descubro sus tetas que me son tan cotidianas,
las muerdo despacio como si fueran mias
ella me manosea como por descuido
como nos hemos rozado
dia a dia al pasar;
sin que pase nada, pasandolo todo.
Me quita la camiseta,
luego el pantalón
y me sonrie con una sonrisa
de respeto y deseo.

Nos bañamos desnudos
sin nadie
con las voces de todos
que nos piden cosas imposibles,
como cada dia en este estio que se va.

No dejamos de besarnos,
mirándonos asombrados,
incrédulos
como si fuera al mismo tiempo inevitable e imposible
tras este verano a la par.
Se sienta a horcajadas
me da paso dentro
y follamos como resvalando,
casi no queda noche
en este septiembre
a penas el último estertor del verano
a la vora del mar.


4 comentarios:

  1. Palabras llenas de nostalgia, bellas e inspiradoras.
    Escribes muy bien...un gusto conocer tu espacio.
    Cariños desde Argentina.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias,
      un abrazo y espero seguir viéndote
      por aqui.

      Eliminar