viernes, 19 de febrero de 2016

14 de julio

Eran las diez de la noche
de un catorce de julio,
el mar estaba en calma
la arena de la playa fria
los franceses canturreaban borrachos
tonadas patrióticas
y nosotros jugando
a imaginarnos
cómo seríamos
treinta años después.

Hablábamos del tiempo y del espacio
cogidos de la mano,
de nuestra isla desierta
de los inviernos viejos
y de los veranos por estrenar;
del aliento que contienen las palabras
justo antes de darse un beso
y del vértigo de los dieciseis.

Desde entonces
se hizo un silencio de años
templado, nocturno y cercano
entre nosotros
que empezó aquella noche
y dura hasta hoy.


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