Leer es una provocación a pensar y discreparse.
Las personas que no
leen
acaban muriendo de egocentrismo.
Hay que leer de todo (y de todos un
poco)
aunque luego siempre vuelvas
al placer de lo que te ha gustado.
Ese
es uno de mis agradecimientos a los blogs:
abrirme la puerta a autores
a los que jamás hubiera llegado,
interpretaciones distintas
que ni siquiera me hubieran pasado por la
cabeza
y visiones discrepantes
con una vida intelectualmente sedentaria y
autocomplaciente.
También puertas a historias reales o ficticias
en
la frontera de lo oscuro,
no digo del pecado
porque el unico pecado es
la existencia
en la desidia y la dogmática.
Se puede optar por quedarte
tras la ventana,
ese no es el problema,
pero creo que es un error correr visillos y cortinas
como estrategia para ignorar la tentación,
eludir la vida de fuera bajo la
excusa de no querer verla.
Leer, viajar, conocer a nuevas personas,
tener conversaciones sinceras,
hablar con los mayores,
atender a los
adolescentes, reir con los niños.
Escuchar mucho, escucharte algo,
follar un poco (a ser posible con la persona que quieres)
y al final
convertir todo en palabras
que sean inspiradoras para los demás.
Pues eso amigos, feliz 2020
nos seguimos viendo por los mares de letras.
en la decada que viene.
"Me gustaría vivir de la poesía
para no tener que vivir del cuento"
Versos cotidianos al otro lado del espejo del CHICO DE LA CONSUELO
martes, 31 de diciembre de 2019
martes, 17 de diciembre de 2019
Necesito viajar
Necesito viajar,
pero no a cualquier sitio
ni a cualquier lado.
Cada melancolía tiene su viaje
y cada ilusión su carta de vuelo.
Me gustaría ver de nuevo atardecer
en el Sancti Petri viejo,
amanecer en el Ganges,
tomarme una cerveza fría
por las calles embaldosadas
de Sao Luis de Maranhao
y un desayuno a deshora y tranquilo
en ese barrio bajo el puente de Sidney
al que llaman Rocks.
No quisiera andar inseguro
como hago en los últimos tiempos por la vida,
ni viajar muchos kilómetros en coches alquilados
No quisiera andar de mochilero
por los sueños que me quedan,
ni entretener al tiempo esperando filas.
Me gustan las camas grandes
en los pisos altos de hoteles de lujo
donde puedas hacer el amor cerca del cielo
sin despertar a los ángeles aletargados.
Me gusta sentarme en el asiento de atras
silencioso y sin molestar
mientras guias de piernas largas y voces melosas
detallan en lenguas incomprensibles
las maravillas de una ruta con destinos indeterminados.
Me gustaría romper la orilla
de la playa de las noventa millas
en la isla norte. Me gustaría
lanzarme por sus dunas
con una alfombra mágica
hasta el pais de las sombras y los elfos.
Me gustaría, en fin, tener la tentación de quedarme
al saberme de regreso.
pero no a cualquier sitio
ni a cualquier lado.
Cada melancolía tiene su viaje
y cada ilusión su carta de vuelo.
Me gustaría ver de nuevo atardecer
en el Sancti Petri viejo,
amanecer en el Ganges,
tomarme una cerveza fría
por las calles embaldosadas
de Sao Luis de Maranhao
y un desayuno a deshora y tranquilo
en ese barrio bajo el puente de Sidney
al que llaman Rocks.
No quisiera andar inseguro
como hago en los últimos tiempos por la vida,
ni viajar muchos kilómetros en coches alquilados
No quisiera andar de mochilero
por los sueños que me quedan,
ni entretener al tiempo esperando filas.
Me gustan las camas grandes
en los pisos altos de hoteles de lujo
donde puedas hacer el amor cerca del cielo
sin despertar a los ángeles aletargados.
Me gusta sentarme en el asiento de atras
silencioso y sin molestar
mientras guias de piernas largas y voces melosas
detallan en lenguas incomprensibles
las maravillas de una ruta con destinos indeterminados.
Me gustaría romper la orilla
de la playa de las noventa millas
en la isla norte. Me gustaría
lanzarme por sus dunas
con una alfombra mágica
hasta el pais de las sombras y los elfos.
Me gustaría, en fin, tener la tentación de quedarme
al saberme de regreso.
lunes, 16 de diciembre de 2019
40 libros
A veces escondo la cabeza debajo
de los libros que leo
como un avestruz.
Es como cerrar los ojos en la ducha
media hora antes
de que empiece el vertigo de cada dia
El agua hirviendo
que te envuelve el cuerpo
el humo sedante y en presente continuo.
Libros que te desconectan
y que te empujan
a escribir ladillos y resúmenes
para no perderse en el olvido.
Libros que te construyen
y te hacen sentir más fuerte y
mejor
Ya puedo decir
que con
"Trabajos de mierda"
he llegado al objetivo de los cuarenta
en este año diecinuevo e impar
una semana antes de terminar.
Los libros del 2019
de los libros que leo
como un avestruz.
Es como cerrar los ojos en la ducha
media hora antes
de que empiece el vertigo de cada dia
El agua hirviendo
que te envuelve el cuerpo
el humo sedante y en presente continuo.
Libros que te desconectan
y que te empujan
a escribir ladillos y resúmenes
para no perderse en el olvido.
Libros que te construyen
y te hacen sentir más fuerte y
mejor
Ya puedo decir
que con
"Trabajos de mierda"
he llegado al objetivo de los cuarenta
en este año diecinuevo e impar
una semana antes de terminar.
Los libros del 2019
lunes, 2 de diciembre de 2019
Lunes
Cerró la puerta con llave
apagó la luz con miedo
escribió tres versos en un papel
se acostó a dormir sin sueño,
le estranguló el relente del lunes
se imaginó volando lejos.
apagó la luz con miedo
escribió tres versos en un papel
se acostó a dormir sin sueño,
le estranguló el relente del lunes
se imaginó volando lejos.
miércoles, 27 de noviembre de 2019
En escalera
Qué silenciosa la noche,
solo el zumbido del ordenador
y el claqué de los dedos sobre el teclado
invitan a beberla en vaso de chupito sin yelo;
solo el desorden de mi mesa, hace eco al de mi vida
solo el abrazo de los versos me calma, solo él me acuna
solo estas horas de desvelo compensan el cierzo y la marejada.
solo el zumbido del ordenador
y el claqué de los dedos sobre el teclado
invitan a beberla en vaso de chupito sin yelo;
solo el desorden de mi mesa, hace eco al de mi vida
solo el abrazo de los versos me calma, solo él me acuna
solo estas horas de desvelo compensan el cierzo y la marejada.
miércoles, 20 de noviembre de 2019
Incertidumbre
Que es la vida sino flotar en la incertidumbre,
no saber
navegar en el punto exacto que quiebra el aire
ver pasar
apostar por batallas perdidas y huellas de cristal
resisitir
añorar el sol de agosto entre la niebla invernal
extrañar
andar por la cuerda de la desconfianza sin red
cerrar los ojos
suspirar en silencio sueños imprecisos de ayer
ser prescindible
nadar entre burbujas llenas de humos sin color
ser invisible
escribir con tinta de lágrimas
en un diario que nadie lea
y todos puedan leer.
no saber
navegar en el punto exacto que quiebra el aire
ver pasar
apostar por batallas perdidas y huellas de cristal
resisitir
añorar el sol de agosto entre la niebla invernal
extrañar
andar por la cuerda de la desconfianza sin red
cerrar los ojos
suspirar en silencio sueños imprecisos de ayer
ser prescindible
nadar entre burbujas llenas de humos sin color
ser invisible
escribir con tinta de lágrimas
en un diario que nadie lea
y todos puedan leer.
martes, 19 de noviembre de 2019
Surrealismo gris de noviembre
Hay temporadas en las que me asalta la extrañeza,
veo volar a los hombres desde las azoteas,
arrancarse los pelos a ermitaños
de dentro de la nariz;
veo a jefes que se sienten perseguidos
por rebaños de hormigas
a las puertas de su ego y su miseria.
Hay temporadas que la extrañeza se hace cotidiana
y la vida se muda
como la piel de los ofidios fuera de estación;
lo que está arriba baja
los jarrones se rompen,
lo que está abajo sube
y nada se parece a nada.
La quietud está minusvalorada
y solo se escuchan gritos atormentados
desde dentro de las bañeras
desde lo alto de las torres
mientras batallones de sedientos
arrancan los badajos de todas las campanas.
Los muertos se agazapan en las marquesinas
de la linea seis
como los recuerdos
como las paginas subrayadas de los apuntes de un opositor
como los caimanes que esperan en las aguas turbias
del parque del retiro a ver los niños caer,
como un partido caluroso en el pabellón de san blas.
Al franquear la puerta de la oficina
he visto mujeres arañándose la cara
escondiéndose bajo la mesa
huyendo de los aguadores que encharcaran sus entrepiernas
como el noviembre, la niebla
y el tedio de los cincuenta.
Los hombres sacan licor de caña
de aljibes con poza y fuente de diez caños,
los políticos recitan discursos cargados de metáforas
que engalanan el vacio de las tertulias de radio.
El balance y la cuenta de resultados
follan salvajemente
jadeando créditos prestamizados al siete de interés.
Y de repente el silencio abstemio de la oración,
el deseo inocuo de vaciar la mente de rizos y pliegues
que hagan el pensar más lento,
la masturbación lentísima inspirada en el sexo amateur
de cuentas ficticias de twitter
que dan lugar a orgasmos de esos que agolpan en las sienes
toda la sangre.
Llueve fuera, hace un frio de febrero en noviembre
y la ciudad se viste de luces naranjas
como un hare krishna
que reitera sus salmodias
entre viejas en letanía.
Se hace madrugada y de la extrañeza
renacen palabras que ponen railes a las vias del tren suicida
que circula sin maquinista ni estación
en este mundo de algaradas y banderas.
El sueño se come los versos
y en esa zona intermedia que diluye las fronteras
quiero entrever las sombras de la poesía.
veo volar a los hombres desde las azoteas,
arrancarse los pelos a ermitaños
de dentro de la nariz;
veo a jefes que se sienten perseguidos
por rebaños de hormigas
a las puertas de su ego y su miseria.
Hay temporadas que la extrañeza se hace cotidiana
y la vida se muda
como la piel de los ofidios fuera de estación;
lo que está arriba baja
los jarrones se rompen,
lo que está abajo sube
y nada se parece a nada.
La quietud está minusvalorada
y solo se escuchan gritos atormentados
desde dentro de las bañeras
desde lo alto de las torres
mientras batallones de sedientos
arrancan los badajos de todas las campanas.
Los muertos se agazapan en las marquesinas
de la linea seis
como los recuerdos
como las paginas subrayadas de los apuntes de un opositor
como los caimanes que esperan en las aguas turbias
del parque del retiro a ver los niños caer,
como un partido caluroso en el pabellón de san blas.
Al franquear la puerta de la oficina
he visto mujeres arañándose la cara
escondiéndose bajo la mesa
huyendo de los aguadores que encharcaran sus entrepiernas
como el noviembre, la niebla
y el tedio de los cincuenta.
Los hombres sacan licor de caña
de aljibes con poza y fuente de diez caños,
los políticos recitan discursos cargados de metáforas
que engalanan el vacio de las tertulias de radio.
El balance y la cuenta de resultados
follan salvajemente
jadeando créditos prestamizados al siete de interés.
Y de repente el silencio abstemio de la oración,
el deseo inocuo de vaciar la mente de rizos y pliegues
que hagan el pensar más lento,
la masturbación lentísima inspirada en el sexo amateur
de cuentas ficticias de twitter
que dan lugar a orgasmos de esos que agolpan en las sienes
toda la sangre.
Llueve fuera, hace un frio de febrero en noviembre
y la ciudad se viste de luces naranjas
como un hare krishna
que reitera sus salmodias
entre viejas en letanía.
Se hace madrugada y de la extrañeza
renacen palabras que ponen railes a las vias del tren suicida
que circula sin maquinista ni estación
en este mundo de algaradas y banderas.
El sueño se come los versos
y en esa zona intermedia que diluye las fronteras
quiero entrever las sombras de la poesía.
domingo, 3 de noviembre de 2019
¿A quién cojones voto yo?
Ya sabeis que cojeo
más de la pierna derecha que de la izquierda
que defiendo desde mi ateismo
el pensamiento socialcristiano
y desde mi antimarxismo
el compromiso social.
Ya sabeis que defiendo el liberalismo
como un anarquismo sin desvirgar
(o viceversa)
y que no admito
que el Estado se meta en mi casa
ni para salvarme.
Odio las banderas, las patrias y las naciones
las cruces en política,
odio a los que usan la palabra pueblo
para justificar la violencia de los perdedores
y asumen su portavocía en una representación
que nadie les confirió.
No soporto a los lideres de postal y telegenia,
de coaching y emebea en los uesei
pero mucho menos soporto
a los que hablan de todo sin estar formados
en nada.
No me gusta que se disfrace el oligopolio de libre competencia
se confunda el silencio mediático con el acatamiento
ni que diez familias y sus vasallos
controlen la economía local.
No me gusta el centro sumiso de empleados de sucursal
funcionarios de grupo A en excedencia
ni de opositores fracasados
y recolocados como yo.
No comprendo como la pobreza real
no ha tomado nuestra clase media por las solapas
y se ha dejado engañar
por la palabrería lila de profesores universitarios
con discurso ochentero y fotografía del Che.
No aguanto las tertulias de mire usted
los programas de derechones cabreados
ni el buenismo totalitario y demagogico
de ondacero a las tres.
Me molestan los pajes y sicarios
de los que mandan
disfrazados de diputados para que no se vea
la cara de su señor.
No quiero un presidente que nunca haya trabajado
en nada
o solo de adjunto universitario, que aun es peor.
Y con todo y con esto
decidme
a quien narices tengo que votar yo.
más de la pierna derecha que de la izquierda
que defiendo desde mi ateismo
el pensamiento socialcristiano
y desde mi antimarxismo
el compromiso social.
Ya sabeis que defiendo el liberalismo
como un anarquismo sin desvirgar
(o viceversa)
y que no admito
que el Estado se meta en mi casa
ni para salvarme.
Odio las banderas, las patrias y las naciones
las cruces en política,
odio a los que usan la palabra pueblo
para justificar la violencia de los perdedores
y asumen su portavocía en una representación
que nadie les confirió.
No soporto a los lideres de postal y telegenia,
de coaching y emebea en los uesei
pero mucho menos soporto
a los que hablan de todo sin estar formados
en nada.
No me gusta que se disfrace el oligopolio de libre competencia
se confunda el silencio mediático con el acatamiento
ni que diez familias y sus vasallos
controlen la economía local.
No me gusta el centro sumiso de empleados de sucursal
funcionarios de grupo A en excedencia
ni de opositores fracasados
y recolocados como yo.
No comprendo como la pobreza real
no ha tomado nuestra clase media por las solapas
y se ha dejado engañar
por la palabrería lila de profesores universitarios
con discurso ochentero y fotografía del Che.
No aguanto las tertulias de mire usted
los programas de derechones cabreados
ni el buenismo totalitario y demagogico
de ondacero a las tres.
Me molestan los pajes y sicarios
de los que mandan
disfrazados de diputados para que no se vea
la cara de su señor.
No quiero un presidente que nunca haya trabajado
en nada
o solo de adjunto universitario, que aun es peor.
Y con todo y con esto
decidme
a quien narices tengo que votar yo.
jueves, 24 de octubre de 2019
La momia y los huesos
Lo peor es que da igual,
lo mejor que ya no quita el sueño ni el desvelo.
Quien lo vivió lo olvidó de tanto odiarlo
y ahora lo quieren recordar
los que son tan iguales
que no encuentran argumentos para
diferenciarse.
Ya nadie lo lleva ni en escudos ni en medallas
horteras
colgadas de pulseras
como en mi adolescencia lo llevaban.
Ya no es nada,
sino historia pasada.
No es capaz ni de convertir en cristal
las hojas cuando caigan
tocando su cuerpo.
No sé porqué
pero me gustaría que mañana pasara algo raro
que no tuviera piernas, que lo hubieran robado
para que alguien
como Tomas Eloy Martinez
pudiera escribir Santa Evita,
un libro sensacional
que me leí este verano.
lo mejor que ya no quita el sueño ni el desvelo.
Quien lo vivió lo olvidó de tanto odiarlo
y ahora lo quieren recordar
los que son tan iguales
que no encuentran argumentos para
diferenciarse.
Ya nadie lo lleva ni en escudos ni en medallas
horteras
colgadas de pulseras
como en mi adolescencia lo llevaban.
Ya no es nada,
sino historia pasada.
No es capaz ni de convertir en cristal
las hojas cuando caigan
tocando su cuerpo.
No sé porqué
pero me gustaría que mañana pasara algo raro
que no tuviera piernas, que lo hubieran robado
para que alguien
como Tomas Eloy Martinez
pudiera escribir Santa Evita,
un libro sensacional
que me leí este verano.
viernes, 18 de octubre de 2019
Fosc soroll
Fosc soroll
el que fa del silenci estrèpit.
Fosc soroll
el que treu de la tardor
les nits tranquil·les
i les converteix en foc i banderes.
Como siempre se agradecen correciones!!
el que fa del silenci estrèpit.
Fosc soroll
el que treu de la tardor
les nits tranquil·les
i les converteix en foc i banderes.
Como siempre se agradecen correciones!!
miércoles, 2 de octubre de 2019
Preludios
Hay momentos precedentes:
la ola en equilibrio antes de suicidarse contra la arena,
el segundo que preludia el trueno
entre la luz y el ruido,
el grito que anticipa el atropello
el jadeo plegado antes de tu huida mar adentro,
un noviembre de otoño antes de la desgracia.
la ola en equilibrio antes de suicidarse contra la arena,
el segundo que preludia el trueno
entre la luz y el ruido,
el grito que anticipa el atropello
el jadeo plegado antes de tu huida mar adentro,
un noviembre de otoño antes de la desgracia.
martes, 24 de septiembre de 2019
Amor y Sexo en Decadencia
Hay segundos que caminan por el alfeizar del sexo
cerrando los ojos,
respirando el vertigo y el vacio de dejarse caer,
confundiendo en mitad del sobrealiento
la sangre y el jadeo rasgado.
Son solo unos segundos,
en los que el egoismo abierto en canal
no sabe distinguir al otro
y se hace liquido que desborda
grito que explota
cuchillo que yere sumiso al tiempo
que preludia el silencio.
Comentario a un post subidito de mi amigo el decadente.
cerrando los ojos,
respirando el vertigo y el vacio de dejarse caer,
confundiendo en mitad del sobrealiento
la sangre y el jadeo rasgado.
Son solo unos segundos,
en los que el egoismo abierto en canal
no sabe distinguir al otro
y se hace liquido que desborda
grito que explota
cuchillo que yere sumiso al tiempo
que preludia el silencio.
Comentario a un post subidito de mi amigo el decadente.
miércoles, 18 de septiembre de 2019
El autoengaño como esencia de lo humano.
La mitología nos contacta con los misterios disfrados de cuento
El autoengaño nos salva del vertigo de vivir a costa de dibujarnos paraisos y dioses
La capacidad de pecar nos regala antorchas para quemar iglesias y frustraciones
y la poesía a veces actua de angel de la guarda para interpretar los días y las noches.
El autoengaño nos salva del vertigo de vivir a costa de dibujarnos paraisos y dioses
La capacidad de pecar nos regala antorchas para quemar iglesias y frustraciones
y la poesía a veces actua de angel de la guarda para interpretar los días y las noches.
miércoles, 11 de septiembre de 2019
Paseo de noche
Escribo rápido
como un beso de buenas noches.
Salgo a la calle
me asomo a lo oscuro
con la excusa de tirar mi basura del dia
y me encuentro con fantasmas.
Alientan a caballo de mi sombra
duendes insidiosos
que me señalan la segunda esquina
de este diez de septiembre
donde habitan mujeres de colores
que hacen felaciones sin abrir la boca.
Me siento en el mismo banco
de madera sin barnizar
y parezco un soltero sin perro.
Reto al mañana
en una reyerta a cuchillo
sin darme cuenta de que voy armado
con la paleta de pescado
y me perdona la vida.
Cruzo el puente del rio
con pasos trémulos
a los que atemoriza el vértigo
y el vacio. Me recito un poema
de Andreu
de esos que tanto me gustan con neveras,
sexo en retirada
y ropa interior con olor a lavanda y desamor.
Esquivo la tentación de saludarte.
Como cada madrugada,
te veo pasar de largo
con tu melancolia puesta
y tu dalmata en celo,
y me arropo de soledad y ausencia.
Regreso a casa,
embrido mis poemas y mis ganas de escribir
y me decido por una serie lenta de fracasos
e ilusiones que termine pronto,
al fin, cansado,
escucho en el spotify una versión rasgada de Bagdad cafe
para que me acune
antes de leer tu carta una vez más.
como un beso de buenas noches.
Salgo a la calle
me asomo a lo oscuro
con la excusa de tirar mi basura del dia
y me encuentro con fantasmas.
Alientan a caballo de mi sombra
duendes insidiosos
que me señalan la segunda esquina
de este diez de septiembre
donde habitan mujeres de colores
que hacen felaciones sin abrir la boca.
Me siento en el mismo banco
de madera sin barnizar
y parezco un soltero sin perro.
Reto al mañana
en una reyerta a cuchillo
sin darme cuenta de que voy armado
con la paleta de pescado
y me perdona la vida.
Cruzo el puente del rio
con pasos trémulos
a los que atemoriza el vértigo
y el vacio. Me recito un poema
de Andreu
de esos que tanto me gustan con neveras,
sexo en retirada
y ropa interior con olor a lavanda y desamor.
Esquivo la tentación de saludarte.
Como cada madrugada,
te veo pasar de largo
con tu melancolia puesta
y tu dalmata en celo,
y me arropo de soledad y ausencia.
Regreso a casa,
embrido mis poemas y mis ganas de escribir
y me decido por una serie lenta de fracasos
e ilusiones que termine pronto,
al fin, cansado,
escucho en el spotify una versión rasgada de Bagdad cafe
para que me acune
antes de leer tu carta una vez más.
viernes, 6 de septiembre de 2019
Su condena a la irrelevancia, mi respuesta en la alegría.
Todos queremos
el placer de ser causa,
de generar efectos reconocibles
de lo contrario caemos en la irrelevancia
en ir por la vida sin más aliciente que contar guijarros
por el camino.
Que peor castigo
que no contestar al correo
ni las llamadas telefonicas, ni darse por aludido
la condenas es el aislamiento sin reporte ni respuesta
la condena es irte apagando, quitarte la tarjeta, la plaza de aparcar.
Que mejor respuesta que la sonrisa inocente
las fotos de la fiesta del ultimo findesemana en familia,
la borrachera con los amigos, la frase laudatoria en el guasap.
Les miro con desprecio el reverso de su envidia, besitos ladeados, risitas de postín,
seres prescindibles y eventuales a los que joderles la historia
y la naración
de su historia inventada.
el placer de ser causa,
de generar efectos reconocibles
de lo contrario caemos en la irrelevancia
en ir por la vida sin más aliciente que contar guijarros
por el camino.
Que peor castigo
que no contestar al correo
ni las llamadas telefonicas, ni darse por aludido
la condenas es el aislamiento sin reporte ni respuesta
la condena es irte apagando, quitarte la tarjeta, la plaza de aparcar.
Que mejor respuesta que la sonrisa inocente
las fotos de la fiesta del ultimo findesemana en familia,
la borrachera con los amigos, la frase laudatoria en el guasap.
Les miro con desprecio el reverso de su envidia, besitos ladeados, risitas de postín,
seres prescindibles y eventuales a los que joderles la historia
y la naración
de su historia inventada.
martes, 3 de septiembre de 2019
Kiko veneno y primicos. Una lista de spotify
Al sur del sur
por carreteras secundarias
entre pueblos blancos
toros con lunas
atun con wakame
y un libro abierto de Montero Glez,
escucho lo que leo
entre los cuentos del maestro
un poco de veneno, pata negra
y un relente a camarón.
Al regresar los pongo en una lista
a voleo
para recordar un verano desde mi norte
en el que pasa la vida
como la leyenda del tiempo
flotando como un velero.
por carreteras secundarias
entre pueblos blancos
toros con lunas
atun con wakame
y un libro abierto de Montero Glez,
escucho lo que leo
entre los cuentos del maestro
un poco de veneno, pata negra
y un relente a camarón.
Al regresar los pongo en una lista
a voleo
para recordar un verano desde mi norte
en el que pasa la vida
como la leyenda del tiempo
flotando como un velero.
domingo, 21 de julio de 2019
El mito de la proactividad o la virtud de tomar asiento..
Tras casi medio siglo diciéndome
que lo importante es plantearse
retos,
tener una motivación basada en la
proactividad.
En la creencia
de que la mejor manera de llegar
al objetivo final
es obligarse con indicadores intermedios.
Retos, acción, rendimiento... y de repente descubro,
que mi mayor virtud, si alguna
tengo,
no está tanto en plantearme
nuevos retos
sino en ese arte difuso y pasivo
de saber escuchar ordenando sueños.
Resulta que la cosa no consiste,
como creía y contaba,
en incorporar nuevos elementos a
la partida
sino en saber jugar con los que ya
tengo;
no tanto en hacer como en esperar,
no tanto en golpear como en saber
encajar
sin venirse al suelo.
Curiosamente, de un tiempo a esta
parte,
me descubro más brillante de periodista
que queriendo pasar por artista
delante de un lienzo
Mejor en leer
que en escribir mis propios argumentos,
mejor en subrayar que en poner acentos,
más centrado en traducir que en recrear poemas y cuentos.
Qué otra cosa es explicar
sino traducir a
simple lo más complejo
hacer narraciones atractivas de saberes dispersos.
Yo que siempre he vivido en el
caos,
ahora me entretengo
simplificando laberintos, esquematizando proyectos
quizás también
disfrazado de cuentista
en el oficio de cambiar nostalgias por
futuros bonitos e inciertos
Yo que me veía de viajero,
ahora me siento en mi mecedora de
anea
a escuchar sueños de aventureros
que recaban mi opinión sin importarles
que apenas haya salido del puerto.
martes, 2 de julio de 2019
sábado, 15 de junio de 2019
El aroma de un tiempo descolgado
El momento sin narración ni guión
queda colgado en un angustioso presente efímero.
El presente vacio sin cuento.
El tiempo a la espera de un algo desconocido.
Vivir entreteniendo al tiempo
como la espera vacua en un aeropuerto
rellenado la vida de pequeños retos insustanciales
y partidas de videojuegos.
El hombre toma las riendas en un nuevo presente sin dios,
sin parnasos, sin destino.
El presente libre; al tiempo pesado y efimero
desligado de la culpa y la vergüenza.
El rendimiento como razón de ser,
la agenda sin nada, llena de objetivos autoimpuestos
que mañana serán nada, sustituidos por los nuevos.
El cumplimiento como razón.
Un tiempo transparente, sin escondites, homogeneo,
dejando en sótanos lúgubres el espacio de lo personal.
Demasiado público.
El tiempo del turista: "corre, corre que no nos da tiempo
a sacar la foto, al almuerzo ya pagado del hotel, al trasbordo"
Si no hay foto no podremos contarlo,
prisas intrascendentes que nacen y mueren en lo eventual y lo efímero,
sin responsabilidad "total, no vamos a volver"
La insoportable levedad del ser, sin cielo, sin retorno
el momento descolgado
buscando la narración de una historia de la que formar parte,
un pasado que dé sentido a su presente,
un presente que forme parte del guión de algún futuro.
(Al hilo de las primeras 100 páginas de Byung Chul Han
El aroma del tiempo)
queda colgado en un angustioso presente efímero.
El presente vacio sin cuento.
El tiempo a la espera de un algo desconocido.
Vivir entreteniendo al tiempo
como la espera vacua en un aeropuerto
rellenado la vida de pequeños retos insustanciales
y partidas de videojuegos.
El hombre toma las riendas en un nuevo presente sin dios,
sin parnasos, sin destino.
El presente libre; al tiempo pesado y efimero
desligado de la culpa y la vergüenza.
El rendimiento como razón de ser,
la agenda sin nada, llena de objetivos autoimpuestos
que mañana serán nada, sustituidos por los nuevos.
El cumplimiento como razón.
Un tiempo transparente, sin escondites, homogeneo,
dejando en sótanos lúgubres el espacio de lo personal.
Demasiado público.
El tiempo del turista: "corre, corre que no nos da tiempo
a sacar la foto, al almuerzo ya pagado del hotel, al trasbordo"
Si no hay foto no podremos contarlo,
prisas intrascendentes que nacen y mueren en lo eventual y lo efímero,
sin responsabilidad "total, no vamos a volver"
La insoportable levedad del ser, sin cielo, sin retorno
el momento descolgado
buscando la narración de una historia de la que formar parte,
un pasado que dé sentido a su presente,
un presente que forme parte del guión de algún futuro.
(Al hilo de las primeras 100 páginas de Byung Chul Han
El aroma del tiempo)
sábado, 1 de junio de 2019
BOLAÑO SEGUN MANUEL VILAS
Bolaño y la vida de los seres humanos que fracasan
Bolaño y la violencia y la degeneración,
la angustia y la desesperación
Literatura, mucha literatura
Los poetas que no tienen dinero
pero tiene un mundo
construido a
la medida
de sus ilusiones
y sus
frustraciones.
Los poetas que no tienen dinero
pero follan como conejos enloquecidos
y optan a puestos políticos
que requieren un jarrón intelectual.
Bolaño cuenta su pobreza en pesetas
y en páginas.
Erige castillos de naipes
con solapas dobladas de libros olvidados.
Todos los poetas jugamos con símbolos personales enigmáticos
algunos bellos, otros tan solo abisales
que llevan a lo oscuro.
Todo lo que es cosa es símbolo.
Cada ciudad visitada es un libro de poemas y símbolos recurrentes.
Y aunque parezca mentira los poetas tienen hijos
y esposa,
cenan pescado los martes y hacen el amor los viernes
y víspera de festivos (incluso la de todos los santos).
Los vigilantes nocturnos de camping solo ven sombras tras la
tela iluminada
escuchan ronquidos y pedos
oyen a adolescentes meneársela y hacerse dedos
y al apagar la luz de gas se convierten en nada
tan solo sombras paseantes
con linterna.
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