Hay segundos que caminan por el alfeizar del sexo
cerrando los ojos,
respirando el vertigo y el vacio de dejarse caer,
confundiendo en mitad del sobrealiento
la sangre y el jadeo rasgado.
Son solo unos segundos,
en los que el egoismo abierto en canal
no sabe distinguir al otro
y se hace liquido que desborda
grito que explota
cuchillo que yere sumiso al tiempo
que preludia el silencio.
Comentario a un post subidito de mi amigo el decadente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario