Solo lo humano es humano,
todo lo humano es humano
incluso dios si lo pienso.
"Me gustaría vivir de la poesía
para no tener que vivir del cuento"
Versos cotidianos al otro lado del espejo del CHICO DE LA CONSUELO
domingo, 23 de febrero de 2020
sábado, 22 de febrero de 2020
Yocasta busca padre para asesinarlo
Hay quien se pega
media vida
buscando a su padre odiado
para asesinarlo
como no lo encuentran
les sirve cualquier hombre
disfrazado.
Hay quien confunde
a su pareja con su hijo
cada día es menos raro,
ver a Yocastas
que no pueden evitarlo.
.
media vida
buscando a su padre odiado
para asesinarlo
como no lo encuentran
les sirve cualquier hombre
disfrazado.
Hay quien confunde
a su pareja con su hijo
cada día es menos raro,
ver a Yocastas
que no pueden evitarlo.
.
viernes, 21 de febrero de 2020
Incertidumbre
Qué dulce dolor el de la incertidumbre,
qué dulce rutina.
Saber que existe un espacio
al margen de las caricias y los susurros
que nos dedicamos.
Un espacio tuyo
que como en el mio
habitan fantasmas y pecados
inconfesables.
Comentario en el blog
reciendescubierto de
La chica del Té
qué dulce rutina.
Saber que existe un espacio
al margen de las caricias y los susurros
que nos dedicamos.
Un espacio tuyo
que como en el mio
habitan fantasmas y pecados
inconfesables.
Comentario en el blog
reciendescubierto de
La chica del Té
viernes, 14 de febrero de 2020
Mi revolución silenciosa
Algunas mañanas, me despierto de madrugada
en ese momento en el que las sombras
se hacen fantasmas
y los sueños propósitos
y me dedico a mirar el entorno
y dar gracias por ser yo mismo:
no lo considereis soberbia,
más bien acto de rebeldía.
Veo a gentes que se disuelven
en una insignificancia langida y efímera,
que viven como morirán
sin esquela ni obituario,
nada
absolutamente nada
quizás una partida de padel el jueves
quizás un vermú de sabado
y un resquemor inutil
por los meses que ocuparon la silla prestada
que creyeron suya, sin serlo y sin merecerlo.
Qué revolucionarios somos los que cuando
nos han prestado un cargo eventual
lo hemos disfrutado, sin luego añorarlo.
Veo a gente sin grupo ni comarca,
sin amigos,
sin novios a los que recordar
(ni que les recuerden, por supuesto)
no se puede llegar a los cuarenta
sin más entretenimiento que solventar
conflictos con padres avatares
con madres convertidas en madrastras,
no se pueden comprar maridos de alquiler
inventar enemigos
para dar argumento a tus frustraciones.
Qué revolucionarios somos
quienes hemos construido lo que somos
con partes de todos los que nos rodean.
Los amigos cuestan mucho, pero valen más de lo que cuestan
nunca te vayas corriendo a casa cuando tus amigos
te organizan una fiesta.
Veo a gentes sedientas de caricias
a las que nadie aprecia.
Siempre dicen que no van al trabajo a hacer amigos,
quienes tampoco los tienen fuera.
Feos, gente muy fea
más por dentro (o también) que por fuera,
gente a las que ya no aguanta
ni su vecino de escalera.
Hasta los guebos de escuchar lecciones
de quienes sus hijos se mean
todas las noches en mi puerta.
Qué revolucionarios somos quienes
nos aprovechamos de ser queridos, aun sin merecerlo
Qué revolucionarios
quienes disfrutamos de que alguien nos señale a nuestros hijos
como buena gente buena
con independencia del boletín de notas
y de lo que sea
No soporto a los lánguidos
No soporto a los llorones
que echan la culpa a los demás
no soporto a los hijosdeputa
que vienen a darme lecciones.
No lo considereis soberbia,
más bien acto de rebeldía
añorando revoluciones.
en ese momento en el que las sombras
se hacen fantasmas
y los sueños propósitos
y me dedico a mirar el entorno
y dar gracias por ser yo mismo:
no lo considereis soberbia,
más bien acto de rebeldía.
Veo a gentes que se disuelven
en una insignificancia langida y efímera,
que viven como morirán
sin esquela ni obituario,
nada
absolutamente nada
quizás una partida de padel el jueves
quizás un vermú de sabado
y un resquemor inutil
por los meses que ocuparon la silla prestada
que creyeron suya, sin serlo y sin merecerlo.
Qué revolucionarios somos los que cuando
nos han prestado un cargo eventual
lo hemos disfrutado, sin luego añorarlo.
Veo a gente sin grupo ni comarca,
sin amigos,
sin novios a los que recordar
(ni que les recuerden, por supuesto)
no se puede llegar a los cuarenta
sin más entretenimiento que solventar
conflictos con padres avatares
con madres convertidas en madrastras,
no se pueden comprar maridos de alquiler
inventar enemigos
para dar argumento a tus frustraciones.
Qué revolucionarios somos
quienes hemos construido lo que somos
con partes de todos los que nos rodean.
Los amigos cuestan mucho, pero valen más de lo que cuestan
nunca te vayas corriendo a casa cuando tus amigos
te organizan una fiesta.
Veo a gentes sedientas de caricias
a las que nadie aprecia.
Siempre dicen que no van al trabajo a hacer amigos,
quienes tampoco los tienen fuera.
Feos, gente muy fea
más por dentro (o también) que por fuera,
gente a las que ya no aguanta
ni su vecino de escalera.
Hasta los guebos de escuchar lecciones
de quienes sus hijos se mean
todas las noches en mi puerta.
Qué revolucionarios somos quienes
nos aprovechamos de ser queridos, aun sin merecerlo
Qué revolucionarios
quienes disfrutamos de que alguien nos señale a nuestros hijos
como buena gente buena
con independencia del boletín de notas
y de lo que sea
No soporto a los lánguidos
No soporto a los llorones
que echan la culpa a los demás
no soporto a los hijosdeputa
que vienen a darme lecciones.
No lo considereis soberbia,
más bien acto de rebeldía
añorando revoluciones.
martes, 11 de febrero de 2020
Manual para empezar un lunes sin poeta y sin secreto.
Abro despacio las puertas a la mañana
dejo entrar las luces del dia
con vergüenza
en una cansina tristeza de lunes
en el trabajo.
A veces lo igual relaja
como forma de ahorrarse pensamientos
a veces lastra
con la mochila de lo mismo
en esa rutina de repetir mañanas como ésta.
Te llamo, comunicas
y me vienen a la cabeza
los lunes del poeta.
Dejo el lapiz de los ripios intensos
y empiezo a escribir con disfraz de formulario
Siento un vertigo denso
de plastilina manoseada;
me pongo en el espoty
Sound of wind
de Will Ackerman
y me hago un cafe negro y amargo
mientras me dejo llevar.
dejo entrar las luces del dia
con vergüenza
en una cansina tristeza de lunes
en el trabajo.
A veces lo igual relaja
como forma de ahorrarse pensamientos
a veces lastra
con la mochila de lo mismo
en esa rutina de repetir mañanas como ésta.
Te llamo, comunicas
y me vienen a la cabeza
los lunes del poeta.
Dejo el lapiz de los ripios intensos
y empiezo a escribir con disfraz de formulario
Siento un vertigo denso
de plastilina manoseada;
me pongo en el espoty
Sound of wind
de Will Ackerman
y me hago un cafe negro y amargo
mientras me dejo llevar.
sábado, 8 de febrero de 2020
El dilema de judas
Yo que soy tu jefe indiscutible, te digo:
"Tu me traicionarás"
O te contradigo, poniendo en duda tu poder
O te traiciono.
"Tu me traicionarás"
O te contradigo, poniendo en duda tu poder
O te traiciono.
martes, 4 de febrero de 2020
Emprender e Innovar
He dejado de entender el empeño
por las cosas nuevas.
Emprender e innovar
como mantra que nos rapta los versos
y puebla los dogmas
de neosacerdotes sin alzacuellos.
"Hacer cosas nuevas"
se exije
para esconder la irresponsabilidad
de las cosas anteriores no concluidas
o dar tiempo a renovar lo nuevo
antes de que se exijan resultados.
Me gusta más consolidar
que emprender
y la excelencia mil veces más
que la innovación.
Esta vida liquida
que obliga a nacer constantemente
sin crecer, ni perfeccionar:
prueba-error-basura
just in time
lo efímero que reta a lo consolidado.
"Hay que hacer cosas nuevas"
dicen los neoprofetas
despreciando la historia.
Hoy vale más un titular a cinco columnas
y una presentación de colores
que una tesis doctoral
y así nos va.
por las cosas nuevas.
Emprender e innovar
como mantra que nos rapta los versos
y puebla los dogmas
de neosacerdotes sin alzacuellos.
"Hacer cosas nuevas"
se exije
para esconder la irresponsabilidad
de las cosas anteriores no concluidas
o dar tiempo a renovar lo nuevo
antes de que se exijan resultados.
Me gusta más consolidar
que emprender
y la excelencia mil veces más
que la innovación.
Esta vida liquida
que obliga a nacer constantemente
sin crecer, ni perfeccionar:
prueba-error-basura
just in time
lo efímero que reta a lo consolidado.
"Hay que hacer cosas nuevas"
dicen los neoprofetas
despreciando la historia.
Hoy vale más un titular a cinco columnas
y una presentación de colores
que una tesis doctoral
y así nos va.
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