Hay un estado de cansancio
que embadurna todo de una gelatina negra,
se escurre por los huecos de los pensamientos
como la grasa que cae
por los lados de la freidora sin limpiar.
Es un cansancio picante
que aniquila los parpados
con millones de alfileres
que adormecen el mirar.
Es un cansancio espeso
sin huesos
sin sexo;
pero
solo
un
.
final
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