Recuerdo hace unos años
en un momento de derrota
descarnada y abierta
como empecé enfadandome en abstracto
bregando contra injusticias
insignificantes
como si me fuera la vida en ello.
Luego ese odio lo hice persona concreta
como si al verle los ojos odiara menos
como si ponerle nombre me desahogara
como si me relajara buscando un culpable
Es cierto que la maldad
gratuita y egoista
sobre todo esa maldad cutre y desastrada
de los malos patéticos,
facilita las cosas para desaguar el odio,
pero aun así, lo encuentro una actitud de perdedores.
de que no se puede perder la partida dos veces,
por eso
ya no odio cuando me enfado
ya no odio al soportar putadas
me prohibo odiar
me prohibo el rencor
y me aprecio enseguida en lo que soy
(si cabe más fuerte)
y así me permito, al cicatrizar la herida,
seguir estando encantado de conocerme,
como siempre.
Procuraré seguir tu camino. No odiar, no odiar, no... algún día.
ResponderEliminarOye, pues encantado yo también.
Abrazos
Uy amigo Jota que esto no es una clase de autoayuda. Jejeje ya sabes Sé tu musmo, tu vales, la gestion de la felicidad depende de tí.
ResponderEliminarSimplemente que vamos a vivir tiempos en que la hijoputez va a ser la competencia trasversal mas valorada. Y nos van a dar tantos y tantas posibilidades de odiar. Que hay que ahorrar recursos de odio para no malgastando odiando a mediocres.
Abrazos
¿Encantado de conocerte tú? ¡¡Qué va!! jajajaja. Y ya lo decía el maestro Yoda: "El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento", jajaja. Pero en serio, buena opción, odiar a mediocres es malgastar el odio.
ResponderEliminarY previamente el desconocimiento y la ignorancia
ResponderEliminarhace nacer el miedo
que lleva a la ira
y que como bien dices genera odio.
Un odio cegador que impide aprender
y por tanto de nuevo generador de miedo.