Me resisto a escribir en un tono oscuro
que parezca que tenga un tintero de lágrimas
sobre la mesa y que cada verso
deje
un halo de tristura en quien lo lea.
Quizá sea que en estos meses,
nos hemos negado el derecho
a contestar que bien
a quien nos pregunta por cómo estamos
Quizás intentemos acompañar
en el desaliento a quien se interesa
eludiendo la sonrisa abierta
como si la cercanía fuera mayor
en el desasosiego.
Dejadme mentiros cuando os pregunte:
ya sé que vivimos en tiempos de desmontaje
y derribo
ya sé que se han rasgado los cuadros de paisajes
y desnudos
ya sé que nos escondemos bajo la almohada
cuando hacemos el amor
para ocultar con vergüenza el disfrute
por si resulta ofensivo.
Pero quiero dejar a salvo mis poemas
de tanta pena
Yo os animo a que me mintais
pero dejadme porfavor
que yo también os mienta.
Por aqui todo bien.
Luego los hay que preguntan ¿cómo estás? y no escuchan la respuesta. ¿Entonces para que preguntan? Yo me he topado con uno y las últimas veces ya he optado por no contestar ¿para qué? ni siquiera se ha dado cuenta.
ResponderEliminarY yo ahorro paciencia.
Besos.
Ni tan mal...
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