La farsa de la forma informa
faciles autoengaños,
alli donde no llega el prestigio
suplen
criterios de tabulaciones
de objetividades sin daños
aparentes.
Nadie se moja en tener criterio
nadie opina sin respaldo
nadie rellena de argumentos discutibles
la opción
por la que se decanta,
solo buscan números comparables
no palabras armadas llenas de incertidumbres.
Previendo el recurso posible,
blindando su prevaricación
detras de indicadores, visten de resolución administrativa
el fanal que asfixia la vela
de la creatividad.
De nada sirve
apostar por lo irreverente
de nada votar
por lo estravagante
en este pais se nos está comiendo
a mordiscos el miedo a la pelea.
Papelico papelico y grapa
y sin riesgos
a las tres a casa.
Toda la razón.
ResponderEliminarUn poco de desahogo.
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