A veces
incapaz de seguir el vertigo
de una carrera frénetica
decides quedarte en el arcen
esperando.
Y lo más curioso es
que lo que creías una linea recta
con una meta al final
a cuadros,
resultó ser un circuito cerrado.
Y ves de repente
a los contendientes
volver a pasar de nuevo
a tu lado.
Y ves a los mismos
que siguen
tomando posiciones
a codazos.
Y vuelves a meterte
en la carrera
sin que nadie se cuenta
de que llevas varias vueltas
parado.
Coge a la nuera de la Consuelo e iros lejos...de viaje...te urge.
ResponderEliminarNo lo dudes
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