El día en el que la bella Mary Eagle marchó a Nicaragua su padre
lloró como solo se llora la ausencia. Empezó a escribir un cuento de selvas y
de lluvias, mientras en el cuarto de invitados aquella mujer desnuda escuchaba la promoción de jabones Pino y su inefable cantinela de la coplilla del avestruz…
Yo seguiría leyendo más, al menos un capitulo
ResponderEliminarEso, ¡Venga, sigue!
ResponderEliminarHola...¿se puede?
ResponderEliminarEs como que acabo de llegar y no me entero ¿falta mas? ¿verdad?
Un saludo y te invito a que pases a vernos http://julianin-julianadas.blogspot.com.es/
Hay cuentistas
ResponderEliminarexpertos
en comienzos desafiantes
que te lanzan a un abismo
que luego descubres
sin red.
No esperes más
quizá
tan solo
era un principio...
Anda pato mareaoooooo
ResponderEliminarsi eres tu ??????
No te había reconocido...
cuantas lágrimas
he derrochado
estas semanas
por tu ausencia.