De vuelta
sin parentesis ni adverbios
que apresuren lo cotidiano.
A la espera,
en ese estado pernicioso y atractivo
como el sexo prohibido
y el libro por leer.
Sumar alternativas para hacerle trampas al tedio
como incorporar rabinos a la baraja
a mitad de la partida
robarle billetes a tu compañero de monopopi
o quitarle más palabras a la canción de la barba.
Soñar el año con ansiedad
como cuando éramos chicos al empezar el curso
Ese momento previo a
mirar la lista de los profes que te tocan
las chicas que han elegido latín
y los libros y las sorpresas que aun quedan sin comprar.