domingo, 30 de mayo de 2021

¿Qué somos?

 Somos:
       comida
           bebida y
               memoria.
 

jueves, 27 de mayo de 2021

No me ha gustado este mayo

De siempre me ha gustado Mayo
con rosas a borbotones
con brisas de preludio
con viajes a destiempo
que ganan en el recuerdo
aromas de melancolía.
 
Y de repente este año
como si un fango denso
       anegara mis sueños
se ha acomodado un sentimiento
de batalla perdida
que me pega al asfalto
cada mañana 
y no se me despega en todo el día.

sábado, 22 de mayo de 2021

Por fin el mar

Diez meses despues,
como si todo fueran sombras
tras la calima,
intuyo por fin el mar por sus jadeos
a media noche.

La escucho en silencio
satisfacerse
en su cuarto oscuro,
La intuyo 
en su soledad 
y me la imagino ahogado en sus cuevas
como pecio del naufragio
de anteriores guerras.

Me entretengo por sus humedades
y trato de averiguar
que rincones recorren ahora sus dedos.
cuando se busca

Descubro una mar serena, 
cincuentona, semicaída
esperando de mi
aquellas copulas abiertas 
de atardeceres rojos
que tan felices nos hicieron.



jueves, 6 de mayo de 2021

Aliviadero

Muchas veces me pregunto
que sería de mi
con tantos versos contenidos
si no fuera
por este invento de los blogs
que hacen de aliviadero
cuando reboso. 


 

 

 

 

 

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Comentario en el blog de Laura
un rincón de poesía precoso
que se llama

miércoles, 5 de mayo de 2021

Cómo no me he dado cuenta de que me necesitabas ahora

 Te vi cayendo por el tobogán del miedo
hacia el desconsuelo
y no hice nada,
siempre con tu sonrisa a cuestas,
tu ironía sarcástica
y esa indiferencia crónica e impostada,
amable, sobre todas las cosas.

¿Cómo descubrir que te estabas yendo?
¿quizás por el alcohol un poco en demasía?
¿por las lágrimas a escondidas,
por un interés decaído
cercano a la desesperanza?

Pero eras tú mismo, siempre tu mismo
como serenidad en el trasiego,
como ternura en el silencio
como abrigo en el relente.

Me llamabas y yo al oir tu voz
sonreía tranquila y hacia dentro
y al oir tu voz 
nunca dejé de recordar 
la noche que nos follamos a risas
borrachos en la cama de mi hermana.

No debimos hacerlo te dije
Ya que lo hemos hecho,
intentemos no olvidarlo 
me contestaste.
 
Algunas tardes de domingo
sentada en mi comodidad madura
me acuerdo de aquel orgasmo a carcajadas
y de sentirte tan adentro
que nunca he podido sacarte,
y ahora que me necesitabas 
no me encuentras.
 
¿Cómo pensar que te hacía falta?
Cómo intuir tu tristeza
en aquellos cafes a deshora en nuestra mesa de siempre,
en aquellas llamadas amables
felicitandome por mi cumple
y mis divorcios. Yo que me creía tan sola
que me daba vergüenza recordarte.
 
Y tu mientras cayendo sin decirlo,
dándome ánimos
mientras sangrabas por dentro
en una angustía seca y asfixiante
disimulada tras tus bromas.
Tus guiños complices, nuestros sobreentendidos en público 
de aquel día
que tu y yo sabíamos que no volvería a repetirse. 

¿Cómo no verte caer?
¿Cómo rescatarte ahora?