En este momento justo
del desengaño
en el que vemos los hilvanes
a la cordura.
En este momento justo
en el que empiezas a desvelar la mentira
de darle a la historia un relato
y alguna utilidad a la utopía.
En este momento justo
en el que esperan en la fila del desempleo
los orientadores laborales
y se jubilan aquellos
que iban a salvarte la vida.
Te encuentras con sorpresa
con la sencillez de la sabiduría
de darle el peso justo a las cosas
y en su justa medida
el arte de ir ordenando
poco a poco la vida.