Leer es una provocación a pensar y discreparse.
Las personas que no
leen
acaban muriendo de egocentrismo.
Hay que leer de todo (y de todos un
poco)
aunque luego siempre vuelvas
al placer de lo que te ha gustado.
Ese
es uno de mis agradecimientos a los blogs:
abrirme la puerta a autores
a los que jamás hubiera llegado,
interpretaciones distintas
que ni siquiera me hubieran pasado por la
cabeza
y visiones discrepantes
con una vida intelectualmente sedentaria y
autocomplaciente.
También puertas a historias reales o ficticias
en
la frontera de lo oscuro,
no digo del pecado
porque el unico pecado es
la existencia
en la desidia y la dogmática.
Se puede optar por quedarte
tras la ventana,
ese no es el problema,
pero creo que es un error correr visillos y cortinas
como estrategia para ignorar la tentación,
eludir la vida de fuera bajo la
excusa de no querer verla.
Leer, viajar, conocer a nuevas personas,
tener conversaciones sinceras,
hablar con los mayores,
atender a los
adolescentes, reir con los niños.
Escuchar mucho, escucharte algo,
follar un poco (a ser posible con la persona que quieres)
y al final
convertir todo en palabras
que sean inspiradoras para los demás.
Pues eso amigos, feliz 2020
nos seguimos viendo por los mares de letras.
en la decada que viene.
"Me gustaría vivir de la poesía
para no tener que vivir del cuento"
Versos cotidianos al otro lado del espejo del CHICO DE LA CONSUELO
▼
martes, 31 de diciembre de 2019
martes, 17 de diciembre de 2019
Necesito viajar
Necesito viajar,
pero no a cualquier sitio
ni a cualquier lado.
Cada melancolía tiene su viaje
y cada ilusión su carta de vuelo.
Me gustaría ver de nuevo atardecer
en el Sancti Petri viejo,
amanecer en el Ganges,
tomarme una cerveza fría
por las calles embaldosadas
de Sao Luis de Maranhao
y un desayuno a deshora y tranquilo
en ese barrio bajo el puente de Sidney
al que llaman Rocks.
No quisiera andar inseguro
como hago en los últimos tiempos por la vida,
ni viajar muchos kilómetros en coches alquilados
No quisiera andar de mochilero
por los sueños que me quedan,
ni entretener al tiempo esperando filas.
Me gustan las camas grandes
en los pisos altos de hoteles de lujo
donde puedas hacer el amor cerca del cielo
sin despertar a los ángeles aletargados.
Me gusta sentarme en el asiento de atras
silencioso y sin molestar
mientras guias de piernas largas y voces melosas
detallan en lenguas incomprensibles
las maravillas de una ruta con destinos indeterminados.
Me gustaría romper la orilla
de la playa de las noventa millas
en la isla norte. Me gustaría
lanzarme por sus dunas
con una alfombra mágica
hasta el pais de las sombras y los elfos.
Me gustaría, en fin, tener la tentación de quedarme
al saberme de regreso.
pero no a cualquier sitio
ni a cualquier lado.
Cada melancolía tiene su viaje
y cada ilusión su carta de vuelo.
Me gustaría ver de nuevo atardecer
en el Sancti Petri viejo,
amanecer en el Ganges,
tomarme una cerveza fría
por las calles embaldosadas
de Sao Luis de Maranhao
y un desayuno a deshora y tranquilo
en ese barrio bajo el puente de Sidney
al que llaman Rocks.
No quisiera andar inseguro
como hago en los últimos tiempos por la vida,
ni viajar muchos kilómetros en coches alquilados
No quisiera andar de mochilero
por los sueños que me quedan,
ni entretener al tiempo esperando filas.
Me gustan las camas grandes
en los pisos altos de hoteles de lujo
donde puedas hacer el amor cerca del cielo
sin despertar a los ángeles aletargados.
Me gusta sentarme en el asiento de atras
silencioso y sin molestar
mientras guias de piernas largas y voces melosas
detallan en lenguas incomprensibles
las maravillas de una ruta con destinos indeterminados.
Me gustaría romper la orilla
de la playa de las noventa millas
en la isla norte. Me gustaría
lanzarme por sus dunas
con una alfombra mágica
hasta el pais de las sombras y los elfos.
Me gustaría, en fin, tener la tentación de quedarme
al saberme de regreso.
lunes, 16 de diciembre de 2019
40 libros
A veces escondo la cabeza debajo
de los libros que leo
como un avestruz.
Es como cerrar los ojos en la ducha
media hora antes
de que empiece el vertigo de cada dia
El agua hirviendo
que te envuelve el cuerpo
el humo sedante y en presente continuo.
Libros que te desconectan
y que te empujan
a escribir ladillos y resúmenes
para no perderse en el olvido.
Libros que te construyen
y te hacen sentir más fuerte y
mejor
Ya puedo decir
que con
"Trabajos de mierda"
he llegado al objetivo de los cuarenta
en este año diecinuevo e impar
una semana antes de terminar.
Los libros del 2019
de los libros que leo
como un avestruz.
Es como cerrar los ojos en la ducha
media hora antes
de que empiece el vertigo de cada dia
El agua hirviendo
que te envuelve el cuerpo
el humo sedante y en presente continuo.
Libros que te desconectan
y que te empujan
a escribir ladillos y resúmenes
para no perderse en el olvido.
Libros que te construyen
y te hacen sentir más fuerte y
mejor
Ya puedo decir
que con
"Trabajos de mierda"
he llegado al objetivo de los cuarenta
en este año diecinuevo e impar
una semana antes de terminar.
Los libros del 2019
lunes, 2 de diciembre de 2019
Lunes
Cerró la puerta con llave
apagó la luz con miedo
escribió tres versos en un papel
se acostó a dormir sin sueño,
le estranguló el relente del lunes
se imaginó volando lejos.
apagó la luz con miedo
escribió tres versos en un papel
se acostó a dormir sin sueño,
le estranguló el relente del lunes
se imaginó volando lejos.