lunes, 18 de febrero de 2019

Orgasmo y agua.

Qué curioso me parece que la metáfora
qué concurre de pronto
cuando el orgasmo abraza,
sea casi siempre el agua
qué nos desborda e inunda
que humedece y nos licua
en un viaje efímero y dulce hacia lo templado.



jueves, 14 de febrero de 2019

Bibliotecas abiertas de madrugada

Las bibliotecas en invierno
guardan el aire calido entre las baldas
y en los anaqueles de últimas novedades
solo muestran escritores en desuso
y recopilaciones sin autor.

Tu te sientas en la mesa de la esquina
en ese espacio recoleto entre el armario de poemas
y novelas con la G.
Abres tus apuntes de oposición
y descuelgas tu mirada perdida
por los garcia:
garcía marquez, garcía-andrade
garcía pavón
y yo te me imagino esperando el tren costeño
cargado de bananos,
espantando las sombras mentales de delincuentes
en serie;
paseando por Tomelloso en otoño
mientras enveran las vides
y se gastan las tardes sin sol.

A veces nos cruzamos la mirada con descuido
subrayando nuestro miedo
incierto y compartido
en sesiones de madrugada hasta las tres,
y un dia en el que sospeche que no tienes monedas
ni tiempo en el bolsillo
intentaré al fin invitarte,
                            a la maquina del cafe.






















viernes, 8 de febrero de 2019

Borrachera azul de desidia.


Se nos esta yendo lo cotidiano
a una gruta oscura,
tú con tus ecos pasados
yo con mis luciérnagas amarillas
tú esquivando tardes
yo agolpando melancolías.

A veces me entretengo imaginando
noches
en la playas, calfateando vidas;
recuerdo
besos entre las barcas
con jarcias destensadas
y cofas sin vigía.

Algunas noches cuando se ensombra
el presente
borracho de desidía,
reconozco que rescato sueños como postales
de aquellos dias
que me dan argumentos
para humedecer en lo sensible
tanta monotonía.






domingo, 3 de febrero de 2019

Un nudo de inviernos

Algunos dias en medio de febrero
siento en el estomago
un nudo de inviernos:
se compone de carencias,
de noches heladas regresando a casa junto al rio
de puentes que invitan al vertigo y al adios
de alguna cerveza de más
de algún sueño de menos
de un tremendo vacio.

Quizás me he empachado de palabras
quizás de silencios
quizás salen demasiados trenes de la estación
quizás no salen sino que regresan
y yo no me entero,
     solo me sereno
           cuando leo
derramo lágrimas cuando escribo
pensando que mis versos que creo distintos
son desde hace tiempo los mismos.

Algunos dias en medio de febrero
siento en el estomago
un abrazo de frio.

La clase dirigente

En la clase dirigente
nadie llega, ni se va;
a nadie echan, ni a nadie fichan
nadie es de unos, ni de otros
nadie muere, nadie hereda
Todo rota