Lo peor es que mi silencio
cueste dinero,
que tenga que callar intrigas,
señores gordos en lugares de provincias
nietos pluriempleados
amantes de gerentes
familias politicas
políticas de familia.
Disculpenme,
no querria interrumpirles
su polvo aburrido de siesta,
pero hay unos señores en el recbidor
que hablan de goma dos
mientras ustedes
me hablan de que
necesitan dos gomas.
"Me gustaría vivir de la poesía
para no tener que vivir del cuento"
Versos cotidianos al otro lado del espejo del CHICO DE LA CONSUELO
▼
miércoles, 31 de mayo de 2017
viernes, 26 de mayo de 2017
La poetisa que no quería volar
Nunca he podido resistirme
ante una mujer
que lee libros de poemas
en el muro de un malecón.
Te miraba ensimismado
a la distancia justa
entre tu indiferencia y mi deseo
hasta que me sonreiste
y me hiciste acudir.
Te pregunté que a quien leias
A Gloria, Versos que pasan
Y yo que hasta un instante
te hacía entre Benedetti y Neruda
me maldije
por creer todavía en los reyes magos
y en Audrey sentada en el alfeizar
cantando una canción.
"Todo el pasado se quiere apoderar de mi"
me leiste
"y yo me quiero apoderar del futuro"
te contesté.
Luego te solté
con aire pretencioso
"no soporto que las mujeres no sepan volar"
- No seas idiota, me cortaste,
no leas a Girondo
las mujeres tienen que saber follar
deja lo de volar para los pájaros.
Me pilló tan de repente que me quedé callado
mientras tu te reias a dientes llenos.
Sin pensar, me agarraste de la nuca
y me diste uno de esos besos
largos y lentos
llenos de saliva, lenguas y propuestas.
Cuando iba a hablar
me cerraste la boca,
no te preocupes por tu virginidad
(me dijiste a la oreja),
a mi me gustan las chicas,
pero es que me has dado
tanta pena.
Ahora me tengo que ir, me susurraste
mañana quedamos aquí si no tienes problema...
... y desde entonces, cada noche de verano,
a eso de la una y media
quedábamos para contarnos nuestros ligues
y leernos el uno al otro
algún poema.
ante una mujer
que lee libros de poemas
en el muro de un malecón.
Te miraba ensimismado
a la distancia justa
entre tu indiferencia y mi deseo
hasta que me sonreiste
y me hiciste acudir.
Te pregunté que a quien leias
A Gloria, Versos que pasan
Y yo que hasta un instante
te hacía entre Benedetti y Neruda
me maldije
por creer todavía en los reyes magos
y en Audrey sentada en el alfeizar
cantando una canción.
"Todo el pasado se quiere apoderar de mi"
me leiste
"y yo me quiero apoderar del futuro"
te contesté.
Luego te solté
con aire pretencioso
"no soporto que las mujeres no sepan volar"
- No seas idiota, me cortaste,
no leas a Girondo
las mujeres tienen que saber follar
deja lo de volar para los pájaros.
Me pilló tan de repente que me quedé callado
mientras tu te reias a dientes llenos.
Sin pensar, me agarraste de la nuca
y me diste uno de esos besos
largos y lentos
llenos de saliva, lenguas y propuestas.
Cuando iba a hablar
me cerraste la boca,
no te preocupes por tu virginidad
(me dijiste a la oreja),
a mi me gustan las chicas,
pero es que me has dado
tanta pena.
Ahora me tengo que ir, me susurraste
mañana quedamos aquí si no tienes problema...
... y desde entonces, cada noche de verano,
a eso de la una y media
quedábamos para contarnos nuestros ligues
y leernos el uno al otro
algún poema.
miércoles, 24 de mayo de 2017
Agua
No me digas que no te gusta
cuando el agua helada
te abre la boca a hachazos.
No me digas que no te duele
la lluvia ardiendo
de una ducha matinal de invierno.
No me digas que no te envuelve
la tormenta inesperada de verano
si te pilla sin paraguas a media tarde.
No me digas
que no cierras los ojos
bajo el agua
para oir despacio
el ruido de
tu memoria y tu silencio.
cuando el agua helada
te abre la boca a hachazos.
No me digas que no te duele
la lluvia ardiendo
de una ducha matinal de invierno.
No me digas que no te envuelve
la tormenta inesperada de verano
si te pilla sin paraguas a media tarde.
No me digas
que no cierras los ojos
bajo el agua
para oir despacio
el ruido de
tu memoria y tu silencio.
jueves, 11 de mayo de 2017
Versos reciclados
A veces no escribo
por no añadir más residuos
a los días.;
versos de quita y pon
que nadie guarda
y llenanarán de hojarasca los parques.
Recuerdo aquella chica que reencontre
tras años y me dijo:
"aun guardo en mi carpeta
aquel poema que me regalaste
en una servilleta de bar,
nunca me gustaste
pero siempre pensé
que hubiera sido bonito conocerte."
Y es que por entonces
regalaba poemas
sin ton ni son,
como el que regala besos de saludo
en un vino español,
quizá fue que me gustó su sonrisa
quizá que la viera triste,
quizá que me gustara su hablar recio
o su mirada leve,
o quizá tan solo que no quisiera que se quedara
mi voz olvidada sobre la mesa
sin dirección ni remite.
Siempre he pensado que en los bares
hay gente que va rebañando
los besos olvidados que quedan sobre la mesa
las caricias que han desbordado el tiempo pactado
las promesas ilusionadas
que no caben en los futuros recuerdos.
Y así con todo lo sobrante
se pueden
construir un poema reciclado
como si fuera suyo
y evitan que un camamero cansado
haga un rebullo con ellos
antes de volver a casa.
por no añadir más residuos
a los días.;
versos de quita y pon
que nadie guarda
y llenanarán de hojarasca los parques.
Recuerdo aquella chica que reencontre
tras años y me dijo:
"aun guardo en mi carpeta
aquel poema que me regalaste
en una servilleta de bar,
nunca me gustaste
pero siempre pensé
que hubiera sido bonito conocerte."
Y es que por entonces
regalaba poemas
sin ton ni son,
como el que regala besos de saludo
en un vino español,
quizá fue que me gustó su sonrisa
quizá que la viera triste,
quizá que me gustara su hablar recio
o su mirada leve,
o quizá tan solo que no quisiera que se quedara
mi voz olvidada sobre la mesa
sin dirección ni remite.
Siempre he pensado que en los bares
hay gente que va rebañando
los besos olvidados que quedan sobre la mesa
las caricias que han desbordado el tiempo pactado
las promesas ilusionadas
que no caben en los futuros recuerdos.
Y así con todo lo sobrante
se pueden
construir un poema reciclado
como si fuera suyo
y evitan que un camamero cansado
haga un rebullo con ellos
antes de volver a casa.
miércoles, 10 de mayo de 2017
Ejercicio d´estilo
Pintar poemas sin recato
en el contraluz de esta madrugada,
sabiendo que de vez en cuando
entras de puntillas sin notarte,
en la habitación de mis silencios
para dar tu visto bueno.
Quizás no sea el martes
un dia propicio para los versos
ni para los compromisos de futuro
que empiecen por nunca mas haré...
Te vuelves a la cama despacio,
solo rota por tu lado,
mientras yo emplazo a mi ausencia
hasta que ya no soporte
el insomnio que me muerde
los últimos días de trabajo.
Volveré a oscuras luego,
sin más ruido
que el que provoquen
los recuerdos de aquellos días felices
e inocentes,
en los que leía en el puerto
tus cartas a escondidas.
en el contraluz de esta madrugada,
sabiendo que de vez en cuando
entras de puntillas sin notarte,
en la habitación de mis silencios
para dar tu visto bueno.
Quizás no sea el martes
un dia propicio para los versos
ni para los compromisos de futuro
que empiecen por nunca mas haré...
Te vuelves a la cama despacio,
solo rota por tu lado,
mientras yo emplazo a mi ausencia
hasta que ya no soporte
el insomnio que me muerde
los últimos días de trabajo.
Volveré a oscuras luego,
sin más ruido
que el que provoquen
los recuerdos de aquellos días felices
e inocentes,
en los que leía en el puerto
tus cartas a escondidas.