Me gustó No
Me gustó Gloria
y me ha encantado El Club.
Es una película sobre la culpa,
su reconocimiento
la huida de la introspección
para no chocarse con los fantasmas
del pasado.
Y de repente,
como el coro de las tragedias griegas
como la puta conciencia
que atormenta tras el pecado,
se escucha la voz
en carne viva
como una salmodia
que persigue a los protagonistas.
Y la vida que se entretiene
haciendo correr a los galgos,
bebiendo güisqui gastado
con la mente ya desenchufada
de tanto rayarla;
con un atardecer en la playa.
Pero no,
no hay mayor pena para el asesino
que volverse a topar con la víctima
un dia tras otro
cara a cara.
Y le das una pistola
al primero que llega
para que mate tu conciencia
y sin embargo se da un tiro.
Y tratas de esconderlo pero revive
y lo apaleas
pero se cura.
Hasta que al fin la conciencia
que repite tu pecado
se mete en tu casa
hay que meterla en tu casa
para convivir con ella.
Una estupenda pelicula
que no llegaría al fondo
si solo se ve como una peli
de abusos sexuales dentro de la iglesia.
Yo creo que va más allá de eso
aunque también.
Que dulzura la voz de la mujer,
eludiendo o enfrentando el empeño de las iglesias
de buscar la santidad
olvidando lo humano
perdón lo infrahumano
metiendolo debajo de la alfombra.
Amén.
"Me gustaría vivir de la poesía
para no tener que vivir del cuento"
Versos cotidianos al otro lado del espejo del CHICO DE LA CONSUELO
▼
jueves, 29 de octubre de 2015
domingo, 25 de octubre de 2015
Si al fin lloviera
Si al fin lloviera
y el chaparron se llevara
las nubes negras a otro lado
aunque dejara el suelo mojado
y charcos en las aceras.
Si al fin lloviera
y el torrente desaguara
miradas de soslayo, desoconfiadas
conversaciones susurradas
e inundaciones afuera.
Si al fin lloviera,
y el aguacero nos calara
hasta los huesos, tiritando
con el gaban perdido
y la mirada yerma.
Si al fin lloviera
salvaríamos al menos
la esperanza
de que al despertar hubiera
una mañana nueva.
y el chaparron se llevara
las nubes negras a otro lado
aunque dejara el suelo mojado
y charcos en las aceras.
Si al fin lloviera
y el torrente desaguara
miradas de soslayo, desoconfiadas
conversaciones susurradas
e inundaciones afuera.
Si al fin lloviera,
y el aguacero nos calara
hasta los huesos, tiritando
con el gaban perdido
y la mirada yerma.
Si al fin lloviera
salvaríamos al menos
la esperanza
de que al despertar hubiera
una mañana nueva.
martes, 20 de octubre de 2015
Holden Caulfield
Me imagino
de guardian entre el centeno
los niños que corren hacia el abismo,
y no me dan las manos
y no me da la voz
para advertirles del vacio,
al otro lado.
La lucernaria de navidad
pende de un hilo
y abajo
cantan alegres
hacia Belen va una burra
y noche de paz.
Y veo a los terroristas
que se escapan del Corte Inglés
de Callao
sonrientes,
mientras las madres
piden a la dependienta
la última fragancia
de Chanel.
El padre Berriatua
busca desquiciado
al huesped de la suit nupcial
en el hotel Vinci Capitol.
Y los conejos que se escapan
por la boca del metro
de la linea seis, la gris,
y suben por el anuncio de la Schweppes
y cantan una canción de los Nikis
España está ganado a Yugoslavia
por veinte puntos arriba.
Y adolecentes ochenteros reman por el retiro
haciendose ampollas en las manos
antes del partido de mañana
en San Blas.
En una calle estrecha de Gran via
dos amantes sedientos se desvirgan
en una habitación espejada
de un burdel
sin putas
jadeando su amor recienestrenado
a orgasmo en grito,
mañana escribiran poemas de amor y febrero
en una servilleta de papel gastado
en el cafe Gijón.
Y el Hotel Regina,
y el restaurante Triana
en la calle Aduana
y Manuel Becerra
allí donde los bomberos cortaban Atocha
cantando Penny lane.
Y Holden Caulfield
se les descojona
en las Salesas
borracho de carajillos
mientras recitaba temas
de constitucional
justo detrás del Juez Torres
y de una rubia que le pedia polvo a gritos
para desaguar
la pregunta que no se sabía
en un examen sin oportunidad.
Y hace tiempo al tiempo esperando el tren
en Bodegas Rosell
con un arenque ahumado
y cerveza en soledad.
Y hace tiempo al tiempo
en la Cuesta Moyano
buscando libros
de Castilla del Pino
que le desglose
el delirio que le persigue, sediento de suicidio.
Hermanos Noblejas es de color Naranja
y el aeopuerto
es rosa
y le lleva a Ezeiza en Buenos Aires
¿Vos no sabrá cómo se llama
la canción de Rita Pavone?
Las escaleras pueden saltarse de diez en diez.
y la adolescencia
da un salto a la senectud sin solución de continuidad.
Y la facultad de periodismo
parece un bunker
o un edificio de Erfuhrt
antes de caer el muro.
Y en el barrio de Salamanca
aprendices
sin corbata
cantan la internacional
delante de la patronal.
Y suena una canción
de Hilario Camacho
Madrid Amanece
y se casaron en la fuente
que está cerca del Almendro
y se juraron amor eterno
como la extraña pareja.
Y al fin el sueño se fundió en negro
mientras sonaba una canción
de Gloria Lasso
creo que era
Luna de Miel.
en
asignatura pendiente.
de guardian entre el centeno
los niños que corren hacia el abismo,
y no me dan las manos
y no me da la voz
para advertirles del vacio,
al otro lado.
La lucernaria de navidad
pende de un hilo
y abajo
cantan alegres
hacia Belen va una burra
y noche de paz.
Y veo a los terroristas
que se escapan del Corte Inglés
de Callao
sonrientes,
mientras las madres
piden a la dependienta
la última fragancia
de Chanel.
El padre Berriatua
busca desquiciado
al huesped de la suit nupcial
en el hotel Vinci Capitol.
Y los conejos que se escapan
por la boca del metro
de la linea seis, la gris,
y suben por el anuncio de la Schweppes
y cantan una canción de los Nikis
España está ganado a Yugoslavia
por veinte puntos arriba.
Y adolecentes ochenteros reman por el retiro
haciendose ampollas en las manos
antes del partido de mañana
en San Blas.
En una calle estrecha de Gran via
dos amantes sedientos se desvirgan
en una habitación espejada
de un burdel
sin putas
jadeando su amor recienestrenado
a orgasmo en grito,
mañana escribiran poemas de amor y febrero
en una servilleta de papel gastado
en el cafe Gijón.
Y el Hotel Regina,
y el restaurante Triana
en la calle Aduana
y Manuel Becerra
allí donde los bomberos cortaban Atocha
cantando Penny lane.
Y Holden Caulfield
se les descojona
en las Salesas
borracho de carajillos
mientras recitaba temas
de constitucional
justo detrás del Juez Torres
y de una rubia que le pedia polvo a gritos
para desaguar
la pregunta que no se sabía
en un examen sin oportunidad.
Y hace tiempo al tiempo esperando el tren
en Bodegas Rosell
con un arenque ahumado
y cerveza en soledad.
Y hace tiempo al tiempo
en la Cuesta Moyano
buscando libros
de Castilla del Pino
que le desglose
el delirio que le persigue, sediento de suicidio.
Hermanos Noblejas es de color Naranja
y el aeopuerto
es rosa
y le lleva a Ezeiza en Buenos Aires
¿Vos no sabrá cómo se llama
la canción de Rita Pavone?
Las escaleras pueden saltarse de diez en diez.
y la adolescencia
da un salto a la senectud sin solución de continuidad.
Y la facultad de periodismo
parece un bunker
o un edificio de Erfuhrt
antes de caer el muro.
Y en el barrio de Salamanca
aprendices
sin corbata
cantan la internacional
delante de la patronal.
Y suena una canción
de Hilario Camacho
Madrid Amanece
y se casaron en la fuente
que está cerca del Almendro
y se juraron amor eterno
como la extraña pareja.
Y al fin el sueño se fundió en negro
mientras sonaba una canción
de Gloria Lasso
creo que era
Luna de Miel.
en
asignatura pendiente.
viernes, 16 de octubre de 2015
Nocilla Dream Opinión (Fernandez Mallo)
Mi madre me decía
que merendar nocilla
no era merendar.
"Come algo consistente
y si quieres te comes nocilla de postre".
Leer Nocilla dream de Fernandez Mallo
no es leer
es un conjunto de inicios fallidos
de cuentos,
retazos desparramados
de ocurrencias,
referencias de coleccionista
derogado
guiños frikis en un estilo colegial
que huele a corrector que atufa,
y menos mal.
No hay ligazón, ni argumento
no hay fondo,
pero tampoco hay superficie
no hay estilo de escritura,
no hay fundamento.
El marketing del intensismo
ya pasado de moda
elevado a dogma
en fin, venta de la nada
envuelta en papel de estraza.
La culpa de todo la tiene Yoko Ono
bueno en este caso la tiene Pseudo
que me incitó.
que merendar nocilla
no era merendar.
"Come algo consistente
y si quieres te comes nocilla de postre".
Leer Nocilla dream de Fernandez Mallo
no es leer
es un conjunto de inicios fallidos
de cuentos,
retazos desparramados
de ocurrencias,
referencias de coleccionista
derogado
guiños frikis en un estilo colegial
que huele a corrector que atufa,
y menos mal.
No hay ligazón, ni argumento
no hay fondo,
pero tampoco hay superficie
no hay estilo de escritura,
no hay fundamento.
El marketing del intensismo
ya pasado de moda
elevado a dogma
en fin, venta de la nada
envuelta en papel de estraza.
La culpa de todo la tiene Yoko Ono
bueno en este caso la tiene Pseudo
que me incitó.
jueves, 15 de octubre de 2015
Cuando un blog cierra las ventanas
Hola, paso por la puerta de vez en cuando
veo cartas acumuladas en el buzón
las persianas bajadas
y no puedo dejar de recordar
viejas conversaciones con la propietaria
en el porche de su puerta,
¿Dónde habrá ido?
me pregunto
y busco un post it pegado
en algún rincón señalando
la fecha de regreso.
Comentario dejado en el blog de Bett
veo cartas acumuladas en el buzón
las persianas bajadas
y no puedo dejar de recordar
viejas conversaciones con la propietaria
en el porche de su puerta,
¿Dónde habrá ido?
me pregunto
y busco un post it pegado
en algún rincón señalando
la fecha de regreso.
Comentario dejado en el blog de Bett
viernes, 2 de octubre de 2015
La cáscara del caracol
Un listado de frustraciones
un poemario de desencuentros
un trébol de resentimientos
un mural de desidias
un torrente de obviedades
y una amalgama de mi.
Solo eso,
nada menos
todo eso
es lo que llevo a cuestas
de forma y manera
que no me deja
pensar,
ni escribir poemas
solo penas
en prosa
y algún cuento
en verso.