Vamos a ver Sr Tebas o el futbol y los tribunales ordinarios

Vamos a ver Sr Tebas,

como dice un amigo mío,

lo peor es ser de Zaragoza  (o Huesca) y tener buena memoria

y a los que peinamos canas (con suerte)

y tenemos buena memoria,

nadie nos va a contar milongas,

y es por eso, que nos hace gracia verle defender ahora,

con amor constitucional, leyes, normas y acuerdos democráticos

como valor irrebatible para postular sus decisiones futboleras

olvidando aguiluchos pasados y montañas nevadas.

Todo esto viene a cuanto de la controversia

para bajar al Murcia a segunda B,

pero sobre todo viene a cuento

de la decisión del Murcia de llevar la cosa

a los tribunales ordinarios.                         

Los que hemos gastado parte de nuestra vida

en las aulas de la Facultad de Derecho

y parte de nuestro hígado en su bar

sabemos que hay cosas que pueden resolverse

al  margen del foro,

pero otras son irrenunciables e innegociables
y la via administrativa no puede excluir la judicial

es decir, que no pueden delegarse en un arbitraje extrajudicial

por muy FIFA o UEFA que se llame.

Y esta cuadrilla de espabilaos jugando, con éxito, a ricachones

(o ricachones jugando al futbuteo en sus ratos libres)

se han construido un mundo al margen de la ley y los jueces

con la pretensión de ser intocables

mientras un coro de periodistas deportivos

en el sentido más detestable del género, (Ford y Bascombe en el recuerdo)

les hacen la retaguardia,

para que parezca que es normal.

Claro que pueden impedir que un imbécil integral,

como el uruguayo mordedor,

 juegue en sus timbas amañadas,

pero lo que no pueden  impedirle es entrenar

 eso es derecho al trabajo, indisponible.

E igualmente,

 como les han recordado los murcianos,

si no cumple lo que diga el juez van a lo penal

y ahí sí que les tiemblan las canillas;

no vaya a ser que les hagan un Elpido

y en el trullo les dejen el osculo como la bandera de Japón

y les hagan el efecto brocheta con una FIFA de tamaño troncal.

Y añado de mi parte,

 que se dejen de amenazas para impedir actuaciones denunciantes

porque les meten un 464 cm/art via rectal

y ven a Antón Oneca de primera comunión

“El que con violencia o intimidación intentare influir

 directa o indirectamente en quien sea denunciante  

para que modifique su actuación procesal,

tiene unas vacaciones de cuatro años en Zuera

que no es Bora-Bora

pero tiene su encanto.

Si es que no hay peor ataque que el del animal moribundo

y tomar el castigo al pobre como ejemplo al rico,
aunque sea mi atletico,

acarrea estos riesgos.

Así que, aunque pienso que el Murcia

si no avala sus deudas (o parte) debe quebrar

como un Zaragoza, digo como una empresa, cualquiera

me alegro que alguien ponga  a los demócratas reconvertidos

en su sitio, es decir a este lado de la ley y los jueces.

Añado opinión del presidente de la audiencia de Alicante con la que estoy absolutamente de acuerdo.

O con este otro  del mismo magistrado.

que también comparto,

porque una cosa es que la competencia sea de los tribunales ordinarios

(lo que aquí defiendo)

y otra que los tribunales ordinarios tengan que dar la razon

al demandante.

No entro en los ocho partidos a Simeone porque me enciendo.

FACTOTUM Bukowski

—Así que ahora estás un poco tarumba por la falta de amor. 

Todo el mundo necesita amor. Forma parte de uno mismo.

—La gente no necesita amor, 

lo que necesita es triunfar en una cosa o en otra. 

Puede ser en el amor, pero no es imprescindible.

Bukowski engancha y cansa a la vez

pero genera

momentos flow de lectura perfecta

de critica cruel e hilarante a un tiempo

de cebo para darle al coco

sobre el mundo laboral en el que vivimos

(bueno sobre el mundo en general en el que vivimos)

porque es excesivo

porque lleva la vida al extremo de desprecio por todo

pero también de intimidad más personal

de irreverencia reverencial

cuando el apego es nada

y solo queda el yo que piensa en si mismo;

el que bebe, folla y se enajena sin respeto

sin trascendencia, sin darse importancia

sin vínculo alguno a creencias, ideologías o convenciones;

el yo que encuentra su reflejo desnudo

al mirar su rabo ridículo ante el espejo

tras pajearse

el que mira el fondo del retrete

cuando echa la pota borracho

y se pregunta

¿Qué guebos hago yo aqui? 

Leed algo de él

es necesario,

a mi me abrio la puerta Rorschach

pero me empujo al vacío Tita recomendando Factotum
(en este comentario)

con ella suelo coincidir en gustos literarios

(incluso en los estrafalarios como este).

Aun así hay que reconocer que de tan reiterativo

a veces cansa.

Jugar por Jugar

Haría de cada verso de esta canción
un himno,
y me lo recitaría como una oración
cada madrugada
en esas noches entibiadas
de luna y de pecado
y también en las de soledad
y pierna suelta
sin nadie a tu lado.

Para escucharla,
la versión que más me gusta es la que canta Sabina
con la más grande; Maria Dolores Pradera.

Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda;
bendita sea la boca que da besos
y no traga monedas. Propongo corromper al puritano,
espiar en la ducha a las vecinas,
ir a quitarle al dios de los cristianos
su corona de espinas. Nada de margaritas a los cuerdos:
hay que engañar a la melancolía
para bailar el vals de los recuerdos
llorando de alegría. Y jugar por jugar
sin tener que morir o matar,
y vivir al revés,
que bailar es soñar con los pies.
Conviene entrar penúltimo en la meta
de la vuelta a la infancia en patinete
y fusilar al rey de los poetas
con balas de juguete.

Y luego, doctorarse en cremalleras
como hace la hormiguita por tu espalda.
Que se quede a vivir la primavera
debajo de tu falda.

Hacen falta cosquillas para serios,
pensar despacio para andar deprisa,
dar serenatas en los cementerios
muriéndonos de risa.

La vida no es un bloc cuadriculado,
sino una golondrina en movimiento
que no vuelve a los nidos del pasado
porque no quiere el viento

Se aconseja dormir a pierna suelta
lejos de tentaciones de diseño,
que no pase de largo por tu puerta
el hombre de tus sueños.

La rana esconde un príncipe encantado;
tu boca, un agridulce de membrillo.
¡Qué ganas de un cursillo acelerado
de besos de tornillo!

Juaquin Sabina 

Post 200: La felicidad según Abad Faciolince

No soy muy de aniversarios y por eso,
el post 200 de este conato de blog en columna,
será como los demás,
un cortapega de lo que leo,
bueno,
de lo mejor de Lo que leo y me pasa.
Lo que quiso ser cuando nació
ya lo puse hace tiempo en el otro lado
lo que sin embargo ha sido
son los 199 precedentes.
Gracias por seguir aquí ordenados y escondidos.

La felicidad esta hecha de una sustancia tan liviana
que fácilmente se disuelve en el recuerdo,
y si regresa a la memoria
lo hace con un sentimiento empalagoso que la contamina
y que siempre he rechazado por inútil, por dulzón
y en últimas por dañino para vivir el presente:
la nostalgia.
Aunque del mismo modo hay que señalar
que las tragedias posteriores
no deben empañar ese recuerdo feliz,
ni lo pueden teñir de desgracia,
como a veces les pasa a algunos temperamentos
que se enferman de resentimiento con el mundo,
y que ha raíz de episodios posteriores injustos o muy tristes,
borran del pasado incluso
los indudables periodos de alegría y plenitud.
Creo que lo que pasó después
no puede contaminar de amargura esos años felices.

Hector Abad Faciolince
El olvido que seremos

Recomendado por el Sr Ro (digo No)
de quien quiero ser sobrino
para ver mundos lejanos.

...que la vida no me sea indiferente.

Poco me apetecía escribir, la verdad,

pero me niego a dejar en el escaparate veraniego

un post frívolo del 28 después de lo del viernes.

Me niego a dejarlo con pinta de gracieta en tanatorio,

de show must go on, de borrón y cuenta nueva,

me niego a ser uno de esos/as personajes odiosos

de mis cuentos (y mis realidades)

que saltan por encima de las cabezas de los cadáveres

para no mancharse los zapatos de Chanel.

En fin doy gracias a dios de que la vida no me sea indiferente,

(que me recordaba el jueves mi amigo N)

y doy gracias de que el viernes estuviera tan jodido

que me cortara en decir en voz alta todo lo que pensaba,

y tener paciencia para esperar
en la confianza de que algo cambie,
que seguro que cambiará,

(sigue en el blog de mi primo pero está en la nevera enfriándose